2 vecinos de Virginia se reparten $3 millones tras jugar juntos al Mega Millions

Lo que comenzó como una charla casual entre vecinos en un bar local del condado de James City, Virginia, terminó en una de esas historias que parecen sacadas de una película.

Thomas Bell y Lorraine Dimuccio, residentes del mismo vecindario desde hace más de 2 décadas, decidieron comprar un billete de Mega Millions y probar suerte. Días después, se enteraron de que eran los flamantes ganadores de $3 millones de dólares.

El billete fue adquirido en el 7-Eleven ubicado en el 1800 de Jamestown Road, en Virginia. El sorteo en cuestión se celebró el 7 de marzo, y los números ganadores fueron: 8 – 20 – 48 – 58 – 60, y la Mega Ball dorada fue el 7.

Aunque no acertaron la Mega Ball, sí coincidieron con los primeros 5 números, una combinación que otorga un premio base de $1 millón. Sin embargo, al haber añadido un dólar extra para activar la función del Megaplier, la suma final se triplicó, elevando sus ganancias a $3 millones.

“¡No lo podía creer!”, dijo Lorraine Dimuccio en una declaración para la Lotería de Virginia. Por su parte, Thomas Bell también expresó su sorpresa al saber que su boleto era uno de los premiados.

Ambos posaron juntos para la tradicional foto con el cheque gigante, símbolo del nuevo capítulo que están por comenzar.

Mega Millions es un sorteo nacional que atrae a millones de jugadores cada semana. Las probabilidades de acertar los cinco números principales, sin incluir la Mega Ball, son de 1 en 12.607.306. Esa fue precisamente la combinación que convirtió a estos vecinos en millonarios.

La decisión de pagar $1 adicional por el Megaplier fue clave en su historia. Este multiplicador aleatorio puede incrementar los premios que no corresponden al premio mayor, y en esta ocasión el número fue x3, lo que transformó el premio estándar en una ganancia 3 veces mayor.

La historia de Thomas y Lorraine ha capturado la atención del público no solo por el monto ganado, sino también por el contexto humano. Vecinos de toda la vida, compartieron un momento común que resultó extraordinario. Y lo que podría haber sido solo una apuesta anecdótica en un bar local, terminó por darles un giro total a sus vidas.

Este tipo de historias alimenta la ilusión de millones de personas que cada semana compran su boleto de lotería con la esperanza de que su suerte también cambie. Quizás, como en este caso, un solo dólar adicional sea la diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario.

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