Christian Nodal vivió un incómodo momento en Japón por dejar propina
Durante su viaje a Japón, Christian Nodal vivió un malentendido cultural al dejar propina en un restaurante, un gesto considerado ofensivo en tierras niponas

Christian Nodal compartió su embarazosa experiencia en el pódcast ‘La Cotorrisa’. Crédito: Mezcalent
El cantante Christian Nodal recientemente sorprendió a sus seguidores al compartir la incómoda experiencia que vivió durante un viaje que realizó a Japón.
Durante su entrevista para ‘La Cotorrisa’, el famoso pódcast de comedia donde los chismes, risas y anécdotas están a la orden del día, el intérprete de ‘Botella tras botella’ habló sobre cuando decidió ser generoso durante su viaje a Japón y dejar una propina en un restaurante. Lo que no sabía es que ese gesto tan común y bien visto en países como México o Estados Unidos, en tierras niponas puede ser malinterpretado culturalmente.
“¿Sabes qué me pasó? Dejé propina en un restaurante y yo no sabía que en Japón es una falta de respeto“, contó entre risas al par de conductores, Ricardo Pérez y José Luis Slobotzky. “Entonces me paré y me fui al lobby y llega conmigo una japonesita corriendo, pero bien asustada, ahí con la propina como desesperada, y yo no entendía”, aseguró.
Y es que, en Japón, el tema de las propinas se toma muy en serio. Allá, a diferencia de lo que ocurre en muchos países de América Latina, el acto de dejar propina puede percibirse como ofensivo, pues se entiende que el servicio debe ser excelente sin necesidad de incentivos económicos adicionales.
En Japón esta práctica simplemente no existe. El personal de restaurantes, hoteles y otros servicios consideran que brindar una atención impecable es parte de su deber profesional y no esperan nada extra por ello.
Gracias a su exitosa carrera, Christian Nodal se ha dado la oportunidad de viajar por el mundo, ya sea trabajando o por placer, y este pequeño malentendido cultural, lo dejó con una buena historia para contar y una razón más para investigar las “cosas que no se deben hacer” cuando se visitan otros lugares.
Al final, lo importante es que el esposo de Ángela Aguilar tomó la experiencia con humor y aprendió una valiosa lección.
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