Historias de NY: ¿Cuál es el impacto real de la nueva prohibición de viajes impuesta por Trump a los venezolanos?
De acuerdo con varios abogados consultados, lo sensato en este momento, es esperar las directrices definitivas del Departamento de Seguridad Nacional

Activistas venezolanos del área tri estatal exigen a la comunidad internacional que se ponga el foco en la crisis humanitaria que sigue expulsando a sus connacionales del país suramericano. Crédito: Fernando Martínez (Archivo) | Impremedia
“Mi madre de 70 años, viajó a Brasil el año pasado, para poder obtener su visa americana, porque su sueño era venir a Nueva York, a conocer a su nieto que nace en julio. Fue un proceso carísimo y complicado, porque en Venezuela no tenemos embajada. Quien quiere sacar una visa debe viajar a otro país”, comentó contrariada la caraqueña Victoria Lugo, residente de Manhattan desde 2015.
Se trata apenas una de las miles de voces confundidas, que buscaban claridad al filo de la medianoche de este miércoles, cuando la Casa Blanca confirmó la prohibición de viajes totales o parciales a Estados Unidos a ciudadanos de 12 países.
Venezuela y Cuba son las únicas naciones latinoamericanas de la lista.
Hasta este jueves existían muchas dudas e interpretaciones. En el caso venezolano, algunos analistas aseguran que la suspensión se aplicará únicamente al otorgamiento de nuevos visados de negocios o turismo (B-1/B-2), visas F de estudiante o de programas de estudios profesionales o no académicos (M), a partir del 9 de junio.
Sin embargo, otros aseguran que la proclamación presidencial, tal como lo establece el texto del comunicado de la Casa Blanca, prohibirá por completo el ingreso al país, desde esa fecha, a todos los que tienen ese tipo de visas.
De acuerdo con varios abogados consultados por El Diario, lo sensato en este momento, es esperar las directrices definitivas del Departamento de Seguridad Nacional.
Por su parte, Natalia Molano, vocera del Departamento de Estado indicó a medios de Florida que en las próximas horas, se esperan más aclaraciones e instrucciones para las líneas aéreas.
También se aclara, que los residentes permanentes legales de Estados Unidos, que se encuentren en Venezuela, o quienes tienen doble nacionalidad y tengan la ciudadanía de países no incluidos en la prohibición de viajar, no entran en el aro de estas prohibiciones.
Una de las razones de esta medida, es que según el Informe de Estadías Excedidas, Venezuela tuvo una tasa de permanencia en el país del 9.83%, tras el vencimiento de la visa B-1/B-2, de acuerdo con el boletín oficial de la Casa Blanca.
“Lo que tenemos que reconocer”
Victoria, al igual que miles de sus compatriotas, antes de seguir con sus planes, prefiere tener más información oficial.
“MI madre ha tenido visa por 30 años. El año pasado después de cinco años de espera, finalmente logró renovarla. Nuevamente estamos pagando justos por pecadores. La gran mayoría de los inmigrantes venezolanos, estamos enfrentando las consecuencias de la cantidad de criminales y malandros, que lograron pasar por la frontera. Eso es lo primero, que tenemos que reconocer”, reaccionó airada la venezolana.
La proclamación oficial indica que el país suramericano, “carece de autoridad central competente o cooperativa para la emisión de pasaportes o documentos civiles, y no cuenta con medidas adecuadas de selección e investigación de antecedentes criminales solicitantes de visados”.
Esta nueva medida se adiciona, aunque desde otro punto de vista y efectos prácticos, a las órdenes ejecutivas de la Administración Trump de suspender todos los beneficios migratorios como el parole humanitario y el Estatus de Protección Temporal (TPS), aprobados durante la Administración de Joe Biden, bajo los cuales se ampararon más de 600,000 venezolanos.

El factor consular
Desde el año 2018, entre Venezuela y Estados Unidos no existen relaciones diplomáticas, lo que implica que las embajadas y consulados de ambos países, no ofrecen ningún tipo de servicios.
Para los inmigrantes venezolanos que residen en el área tri estatal, la icónica sede consular de la calle 51 y la Quinta Avenida, es un símbolo de la destrucción de su país.
Desde marzo del 2019, estos suramericanos constituyen los únicos hispanos de la ciudad de Nueva York que tienen cerrada por completo la puerta a una serie de trámites consulares, que entre otros aspectos, les impide la renovación o extensión de pasaportes, un soporte clave para que un extranjero pueda acreditar su nacionalidad e identidad.
Asimismo, para quienes viven en Venezuela y desean venir a Estados Unidos, por negocios o turismo, la opción para obtener la preciada autorización, pasa por un largo proceso que implica dirigirse a otros países, para hacer la solicitud en las embajadas estadounidense de Colombia, Brasil, Chile e inclusive Europa.
Hay miles de casos en los cuales, venezolanos que invirtieron miles de dólares en viajes a otros países, para obtener el visado, finalmente no se les aprobó. Se trata apenas de uno de los ángulos, del complicado proceso que ha expulsado a más de 8 millones de venezolanos en los últimos 10 años.
Más restricciones
“Vivimos situaciones muy injustas. Y precisamente eso es lo que estamos pagando los venezolanos, que no somos malandros, ni tenemos vínculos con el régimen criminal de Maduro. Mientras mi hermana solo quería venir a visitarme por dos semanas, le negaron en 2023 la visa en la Embajada de Estados Unidos en Madrid. Insólitamente ese mismo año, le permitieron la entrada por la frontera, a miles de delincuentes de todo tipo, que además los recibieron en hoteles cinco estrellas aquí en Manhattan”, reclamó el empresario venezolano, Lorenzo Farías, con 20 años residenciado en Nueva Jersey.
Por su parte, Niurka Meléndez, directora de Venezuelans and Immigrants Aid (VIA). interpretó que la nueva medida se trata de un “nuevo golpe contra una comunidad que protagoniza un desplazamiento humano forzado, que no tiene precedentes en América Latina”.
A juicio de la activista venezolana, se siguen avanzando en reglas duras que ponen a sus connacionales contra la pared, pero es momento que la comunidad internacional ponga el foco en lo principal: la acción sostenida del régimen criminal de Nicolás Maduro y la crisis humanitaria, sin precedentes, que sigue expulsando a los venezolanos.
En respuesta a la Orden Ejecutiva de la administración Trump que prohíbe la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de 12 países, Natalia Aristizábal, subdirectora de la organización Make the Road New York, expresó en un comunicado que esta “cruel política destrozará a familias que ya han sobrevivido a una violencia y persecución inimaginables, obligándolas a la separación permanente de sus seres queridos”.
Una comunidad dividida
Desde que estalló la denominada crisis migratoria en la primavera de 2022, cuando miles arribaron a la ciudad de Nueva York, para acogerse a las normas locales de ciudad santuario, las cuales obligan a garantizar albergue a quien lo solicite, por lo menos el 60% de las más de 200 mil personas que se acogieron a esa protección, fueron ciudadanos venezolanos.
Casi la totalidad de ese grupo de venezolanos, que arribó a la Gran Manzana, en estos últimos tres años, había cruzado la frontera sur con México, siendo beneficiarios de los programas CBP One y el Parole Humanitario.
Este fenómeno migratorio, generó muchas fracturas, en el núcleo de la comunidad venezolana en Nueva York.
“Básicamente esto se puede interpretar, como ha sido históricamente la sociedad venezolana, de divisiones y de polarización. Para los inmigrantes de larga data, en general, hay un consenso que todas restricciones surgidas este año a los venezolanos, no provienen necesariamente de la crueldad de un gobierno, sino por las consecuencias de la filtración de delincuentes”, observó el analista Miguel Costa, un antropólogo venezolano radicado en Queens.
Desde el año 2017, cuando la crisis humanitaria, política y económica de Venezuela empezó a impactar con importantes flujos de movilización humana en todo el continente, en los Estados Unidos el ingreso de venezolanos se mantenía a un ritmo constante y creciente. Pero definido por procesos de visados.
Básicamente, antes de la pandemia, el tránsito de ciudadanos venezolanos a través de la frontera sur con México, eran casos aislados que no engrosaban ninguna estadística, en una zona limítrofe con décadas de tránsito irregular, de quienes buscan el “sueño americano”.
El perfil genérico del inmigrante venezolano en Nueva York, no era distinto al de otras ciudades de la unión americana: personas y familias que ingresaron legalmente al país, a través de puertos de entrada con visas de turista, y que se quedaron para ajustar su estatus.
Por décadas, la idea de establecerse en Estados Unidos para los venezolanos, era solamente una “travesía” sólo imaginable, para quienes previamente se les había estampado, algún tipo de visado en un consulado.
“Corte de alas”
Pero para otros migrantes venezolanos consultados, como Josué Villafana, quien también vive en Nueva York, desde hace muchos años, esta nueva suspensión de viajes tendrá impacto tristemente en mucha “gente decente”, que solo quería visitar a su familia o sus amigos, e irse a los días. Aunque agrega que “hay que reconocer que también le están cortando las alas, a centenares de corruptos y genocidas del régimen de Nicolás Maduro que entran y salen del país, hasta con visas de inversionistas, como si nada. Y hasta tienen propiedades aquí”.
Datos:
- 19 son los países que desde este miércoles sus ciudadanos tienen restricciones totales y parciales para viajar al país desde el 9 de junio:
- 12 países bajo el renglón de restricciones absolutas: Afganistán, Birmania, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
- 7 países con entrada parcial, ya que el gobierno estadounidense considera que implican un alto nivel de riesgo, son: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.