Pablo Lyle fue trasladado a una prisión de menor seguridad y podría quedar en libertad

Pablo Lyle dejó atrás el Metro West Detention Center, y se encuentra en Everglades Correctional Institution, una prisión de menor seguridad

Este cambio de ubicación ha generado especulaciones sobre una posible liberación anticipada de Lyle.

Este cambio de ubicación ha generado especulaciones sobre una posible liberación anticipada de Lyle. Crédito: Mezcalent

El actor mexicano Pablo Lyle fue trasladado desde el pasado 4 de junio al Everglades Correctional Institution, una prisión estatal de menor seguridad en Miami que es mucho más relajada que otras cárceles estadounidenses, a la que los internos se refieren al lugar como “El Campo”.

El cambio de entorno no es menor. Lyle dejó atrás el Metro West Detention Center, una prisión más estricta, y ahora comparte espacio con otros reclusos en habitaciones sin barrotes que separan las camas, tiene acceso a áreas verdes y, quizás lo más importante, cuenta con un abanico de programas de rehabilitación. Desde manejo de la ira hasta talleres de carpintería, planificación financiera y la posibilidad de obtener títulos educativos.

Según el abogado criminalista Carlos González, este movimiento puede ser una señal clara de que Pablo se encuentra en la etapa final de su condena. Recordemos que Lyle fue sentenciado por homicidio involuntario, tras un altercado vial en 2019 que terminó de manera trágica.

“El ser trasladado a Everglades Correctional Institution, nos demuestra que ya Pablo está terminando su sentencia, esa es la prisión donde mandan a uno cuando le quedan seis meses o un año máximo para salir”.

Eso no quiere decir que él va a salir a libertad a la calle, él tendrá que ir delante de un juez de inmigración para decir que él quiere ser deportado de una vez o para pelear contra su deportación, pero su tiempo en la cárcel de la Florida ya se está terminando“, dijo González al programa El Gordo y La Flaca.

Cabe señalar que este cambio de ubicación ha generado especulaciones sobre una posible liberación anticipada, ya que este tipo de movimientos suelen realizarse cuando los reclusos están próximos a cumplir su condena y se les permite una reintegración gradual a la vida en libertad.

Lo interesante aquí es que el cambio no solo es físico, también es personal. Fue el propio Lyle quien solicitó el traslado para inscribirse en un programa de leyes. Pablo ahora se pasa el día en la biblioteca del penal, trabajando de 7:00 a 16:00, ayudando a otros internos con la búsqueda y uso de libros.

Otro de los beneficios que ha recibido es el acceso a una tableta electrónica con aplicaciones y canales de comunicación que facilitan el contacto con sus familiares.

Habrá que esperar a ver cuál es su destino cuando llegue el momento. Mientras tanto, en “El Campo”, Pablo Lyle parece estar escribiendo un nuevo capítulo de su vida.

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