División demócrata ante un posible ataque de Donald Trump contra Irán

La posibilidad de que el presidente Donald Trump ordene un ataque militar contra instalaciones nucleares de Irán ha reavivado una profunda división dentro del Partido Demócrata. Si bien el liderazgo demócrata ha compartido que Irán no debe convertirse en una potencia nuclear, la actual coyuntura genera tensiones internas sobre cuál debe ser el papel de Estados Unidos en esta nueva escalada.

Los sectores progresistas del partido han tomado una postura: oponerse a cualquier acción militar no autorizada por el Congreso. Por el contrario, las figuras más tradicionales o con aspiraciones a liderar el partido en 2028 han optado por declaraciones más cautelosas, o incluso el silencio, en medio de un escenario internacional cargado de incertidumbre, publicó AP.

Progresistas: oposición frontal y legislación preventiva

El congresista Ro Khanna (California), una de las voces más representativas del ala progresista, calificó como “un momento decisivo para nuestro partido” la intención de Trump de intervenir militarmente en Irán.

En alianza con el representante republicano Thomas Massie (Kentucky), Khanna presentó una legislación para exigir que cualquier acción militar estadounidense contra Irán sea previamente autorizada por el Congreso.

Khanna apeló incluso el propio discurso antiintervencionista de Trump. “Eso le va a costar a este país mucho dinero que debería gastarse aquí en casa”, dijo en una entrevista con el comediante Theo Von, figura influyente entre votantes conservadores jóvenes.

El senador Bernie Sanders, independiente de Vermont que ha competido por la nominación presidencial demócrata, también alzó su voz contra la posibilidad de una intervención. Recordó que Trump, en su discurso inaugural, prometió ser un “pacificador y unificador” y lo instó a cumplir su palabra.

“Apoyar la guerra de Netanyahu contra Irán sería un error catastrófico”, advirtió.

Sanders introdujo una propuesta legislativa que prohíbe el uso de fondos federales para una guerra con Irán sin aprobación del Congreso, al tiempo que ha acusado a Israel de actuar sin provocación y a Trump de haber desmantelado el acuerdo nuclear de 2015, lo que, según él, agravó el conflicto.

En contraste, figuras de la dirección demócrata, como el líder del Senado Chuck Schumer, han optado por respaldar el derecho de Israel a defenderse, pero han evitado pronunciarse directamente sobre una eventual acción militar estadounidense. En una breve declaración tras los primeros bombardeos israelíes, se limitó a decir que “el compromiso de Estados Unidos con la seguridad y defensa de Israel debe ser férreo”.

La senadora Jacky Rosen (Nevada), otra voz influyente entre los demócratas moderados, afirmó que Estados Unidos “debe seguir apoyando a Israel, como lo ha hecho durante décadas”, sin referirse al posible papel de Estados Unidos en una ofensiva directa contra Irán.

Estadounidenses creen que la ayuda a Israel es excesiva

La encuesta más reciente del Instituto Pearson/AP-NORC (septiembre 2024) reveló que aproximadamente la mitad de los votantes demócratas considera que Estados Unidos brinda un apoyo excesivo a Israel, mientras que un 60% identifica a Irán como un adversario, aunque dividido entre quienes apoyan una vía diplomática o militar.

La representante Yassamin Ansari (Arizona), de origen iraní, ofreció una visión más humana del conflicto y recordó que “el pueblo iraní no es el régimen y no debería ser castigado por sus acciones”. Al igual que otros demócratas jóvenes, se muestra preocupada por el impacto de una guerra en la población civil y critica abiertamente tanto al gobierno iraní como al enfoque militarista de la administración Trump.

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