¿Más de 50? Comienza a comer así: 5 cambios cruciales para tu salud
Renueva tu energía con 5 recomendaciones alimentarias después de los 50 años según la ciencia

Después de los 50 años hay algunos alimentos que son estratégicos para obtener energía, masa muscular y nutrientes. Crédito: Shutterstock
Mantener la energía vital y la salud después de los 50 años, va más allá de hacer dietas, se trata más bien de un estilo de vida que implica ajustes en la alimentación para bridar los nutrientes necesarios.
Aunque una buena alimentación se asocia a restricciones, los expertos afirman que se trata de incluir alimentos ricos en nutrientes que ayudan a controlar tus niveles de hambre acompañados de hábitos de vida. Son pequeñas ajustes que sostenidos en el tiempo pueden influir en el bienestar general, desde aumentar los niveles de energía hasta mejorar la función cognitiva.

¿Cómo mejorar la alimentación después de los 50 años?
Con el paso del tiempo se hace necesario adoptar prácticas de alimentación saludable, según una revisión realizada por Eating Well, que pueden ayudar a envejecer de forma saludable y mantener una alta calidad de vida con especial énfasis a tener más energía y más fuerza.
Conéctate con tu apetito: aunque parece obvio comer cuando tengas hambre, es una recomendación de los nutricionistas, por lo que atender a las señales de hambre ayuda a mejorar la nutrición del cuerpo y el metabolismo.
A partir de los 50 años se ralentiza la capacidad de quemar menos calorías. Una forma de mantener el metabolismo funcionando al máximo, es incluir durante el día comidas regulares y refrigerios.

Controle las bebidas azucaradas: bajar el consumo de refrescos, jugos y bebidas con alto contenido de azúcar añadido es una de las recomendaciones de expertos para personas mayores de 50 años. En su lugar, se recomiendan aumentar el consumo de agua, infusiones y tés sin azúcar añadidos para mantener los niveles de azúcar en sangre, favorecer la hidratación y mantener los niveles de energía estables.

Opta por carbohidratos complejos: aumentar el consumo de alimentos ricos en carbohidratos complejos como cereales integrales como el arroz integral, la quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno y la avena en sustitución de pastas y panes.
Los carbohidratos complejos contienen nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales, antioxidantes y fibras que mejoran el proceso digestivo, ayudando a la formación de las heces, prevenir el estreñimiento y mantener los niveles del azúcar en sangre, mientras que los antioxidantes ayudan a combatir el daño celular. Además, los nutrientes que aportan los carbohidratos complejos ayudan a mantener la energía por más tiempo.

Aumente el consumo de proteínas: el consumo de proteínas es clave para contrarrestar los efectos del envejecimiento, ya que los adultos mayores pierden la masa muscular, por lo que al incrementar el consumo de proteínas previene la pérdida de masa muscular, aporta más energía y fuerza. Los especialistas recomiendan comer un poco más de diversas fuentes de proteína, como carne, pescado, pechuga de pollo y pavo, y opciones vegetales como tofu, lentejas y quinoa.

Incluya alimentos ricos en calcio en la dieta: la osteoporosis, la osteopenia son enfermedades que comienzan con el envejecimiento, por lo que una manera práctica de prevenirlo y de tener huesos fuertes y sanos es incluir alimentos ricos en calcio como la leche, el queso y el yogur son fuentes conocidas. Además de las verduras de hoja verde y las almendras, ya que al combinar el calcio con la vitamina D, ayuda a una mejor absorción del calcio.

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