Al menos diez arrestados tras emboscada en un centro de detención de ICE en Texas
Un grupo entre 10 y 12 personas vestidas con ropa negra estilo militar irrumpieron en el Centro de Detención Prairieland de ICE
Un oficial fue herido en el cuello. Crédito: LM Otero | AP
Diez personas fueron detenidas por presuntamente participar en una emboscada en el Centro de Detención Prairieland de ICE en Alvarado, Texas, previo al feriado de 4 de julio, incidente que incluyó disparo contra oficiales federales y estatales.
Aproximadamente a las 10:37 p.m., un grupo entre 10 y 12 personas vestidas con ropa negra estilo militar irrumpieron en el lugar. Según la fiscal Nancy Larson, el incidente fue una emboscada planeada con la intención de matar a los oficiales penitenciarios de ICE, informó ABC News.
Los agresores comenzaron a lanzar fuegos artificiales y a realizar actos vandálicos dentro de las instalaciones, incluyendo daños a vehículos y grafitis en las paredes, indicó la agencia. La acción coordinada buscaba desatar un caos y atacar directamente a los agentes encargados del control del centro.
Detalles del enfrentamiento y consecuencias inmediatas
Durante el ataque, uno de los individuos disparó al oficial que llegó al lugar, hiriéndolo en el cuello. Además, otros perpetradores abrieron fuego contra los agentes con entre 20 y 30 balas. A pesar de que todos los agresores lograron huir inicialmente, las fuerzas del orden lograron detener a todos los sospechosos posteriormente, señaló Larson.
Bradford Morris, uno de los sospechosos conocido como “Megan”, fue capturado poco después del incidente portando un cargador y chalecos antibalas. Morris supuestamente confesó haber conocido a algunas personas en línea que tenían la intención de “hacer un poco de ruido” en el centro penitenciario, según registros judiciales.
Evidencias encontradas tras la emboscada
Las autoridades realizaron múltiples búsquedas durante el fin de semana, hallando en total 12 chalecos antibalas, pintura en aerosol, volantes con mensajes políticos radicales como “resistir al fascismo” y “luchar contra la oligarquía”, además de fuegos artificiales, armas (incluyendo dos rifles AR-15) y teléfonos celulares. Se encontró una bandera con mensajes ideológicos y material para vandalismo.
Ningún empleado del centro resultó herido durante el tiroteo; sin embargo, se espera que el oficial que recibió el disparo se recupere completamente. La fiscalía estadounidense ha acusado formalmente a los sospechosos por tres cargos relacionados con intento de asesinato a un oficial federal y otros delitos violentos vinculados al uso ilegal de armas.
El FBI trabaja junto con las autoridades locales y estatales para investigar este acto violento que representa una amenaza significativa para la seguridad pública.
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