Trabajadores de basura en Philadelphia logran acuerdo laboral, tras una semana de pestilencia
Los trabajadores de limpieza suspendieron sus actividades desde el 1 de julio en busca de mejoras laborales

Durante una semana, cientos de toneladas de basura se acumularon en las calles de Philadelphia. Crédito: AP
Un sindicato de trabajadores municipales de Philadelphia, que agrupa a unos 10,000 agremiados, logró un acuerdo con el gobierno de la ciudad para terminar con una complicada huelga que se extendió durante ocho días en el que se suspendió el servicio de recolección de basura en áreas residenciales y afectó otros servicios.
Los empleados del Consejo de Distrito 33 de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, del Condado y Municipales decidieron suspender actividades en busca de mejoras laborales, salarios y otros beneficios luego que no lograron la renovación de su contrato colectivo con la ciudad.
El Consejo de Distrito 33 es el sindicato más grande de los cuatro principales que representan a los trabajadores municipales en Philadelphia y agrupa a operadores del 911, recolectores de basura, empleados del departamento de aguas y muchos otros. Aunque trabajadores de la policía y los bomberos no participaron en la huelga.
Un caos pestilente en Philadelphia
La situación se tensó a un punto en el que las autoridades tuvieron que acelerar las negociaciones, con poco margen de maniobra, ante la presión de la población por una solución a su problema de recolección de residuos.
De manera emergente, algunos residentes y propietarios de pequeñas empresas se vieron obligados a contratar servicios de recolección temporales, aun cuando manifestaron un apoyo total a los trabajadores inconformes.
La propuesta del gobierno de Philadelphia era de 3% anual, de manera fija, por un contrato de tres años, adicional a un aumento del 5% que otorgó a los cuatro principales sindicatos de la ciudad después de asumir el cargo en 2024.
Durante los días de paro, los jueces le dieron la razón a la ciudad y ordenaron a sindicato el regreso a laborar de algunos empleados esenciales como: centros de emergencia, departamento de agua y el aeropuerto. También decretaron una suspensión temporal de los desalojos.
La última vez en que el servicio de recolección de basura se suspendió en Philadelphia se remonta al verano de 1986 y se extendió a toda la ciudad, dejando 45.000 toneladas de basura en descomposición en las calles.
Aunque durante el presente paro, las altas temperaturas de hasta 94 grados presentes en la ciudad aumentaron la tensión entre los habitantes.
Durante la contingencia, el gobierno de la ciudad designó unos 60 puntos de recolección de basura residencial, pero algunos rápidamente quedaron desbordados, mientras que los trabajadores pedían a la población que se unieran a su causa.
Con el paro, también la mayoría de las bibliotecas de la ciudad también están cerradas, y el personal de apoyo y los guardias de seguridad suspendieron sus labores.
Por si fuera poco, las autoridades esperaban que la población ayudara a reducir la cantidad de sus residuos fabricando compostas, en realidad, varios pobladores aprovecharon la crisis para desechar colchones y otros artículos voluminosos.
En el noreste de la ciudad, incluso algunos vecinos desecharon pollo podrido y aceite de cocina u fueron arrestados por la policía, ahora, enfrentarán multas por $5,000, de acuerdo con Carlton Williams, director de la Oficina de Iniciativas Limpias y Verdes de la ciudad.
“Esto no es un pase libre para el vertido ilegal de basura en la ciudad de Philadelphia”, dijo Williams el lunes.
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