Qué es la encefalopatía traumática crónica (ETC), la enfermedad que aparentemente sufría el autor del tiroteo en Nueva York
Shane Devon Tamura dejó una nota culpando a la NFL por su ETC. La tragedia reaviva la polémica sobre lesiones cerebrales en el fútbol americano

Aunque la ETC se relacionó en un inicio a los boxeadores, en la actualidad se sabe que gran número de jugadores de futbol americano la han desarrollado. Crédito: Shutterstock
Este martes 29 de julio de 2025, la ciudad de Nueva York amaneció conmocionada tras un tiroteo ocurrido en un edificio corporativo de Midtown Manhattan, en el 345 de Park Avenue. 5 personas perdieron la vida, incluido un agente de la policía de Nueva York, antes de que el tirador, Shane Devon Tamura, de 27 años, se suicidara en el lugar de los hechos.
Más allá del acto violento en sí, un inquietante detalle ha captado la atención de investigadores y medios de comunicación: Tamura dejó una nota de suicidio en su bolsillo, en la que acusaba a la NFL de ser responsable de su deterioro mental, afirmando padecer encefalopatía traumática crónica (ETC). Este diagnóstico, aunque solo puede confirmarse tras la muerte mediante una autopsia, se ha vinculado en múltiples casos a jugadores de fútbol americano.
“El fútbol americano de Terry Long me provocó ETC y me hizo beber un galón de anticongelante. No puedes ir contra la NFL, te aplastarán”, escribió Tamura, en referencia al exjugador de los Steelers, quien también se quitó la vida en 2005 tras una batalla con esta enfermedad cerebral degenerativa.
¿Quién era Shane Devon Tamura?
Tamura, originario de Las Vegas, jugó fútbol americano de forma competitiva en su juventud. Según fuentes cercanas, aunque nunca llegó a aspirar a jugar profesionalmente, sentía un profundo rencor hacia la NFL por la falta de responsabilidad y transparencia respecto a los efectos neurológicos del deporte.
En su carta de despedida, Tamura solicitaba que su cerebro fuera estudiado después de su muerte. La nota mencionaba también a una persona llamada Rick, a quien pedía perdón, sin ofrecer más contexto.

¿Qué es la encefalopatía traumática crónica (ETC)?
La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad cerebral degenerativa causada por golpes repetitivos en la cabeza, incluso si estos son de baja intensidad. Se ha encontrado especialmente entre atletas de deportes de contacto, como el boxeo, el hockey sobre hielo, el rugby y, con alarmante frecuencia, el fútbol americano.
Los síntomas incluyen:
* Pérdida de memoria
* Cambios de comportamiento
* Agresividad o paranoia
* Depresión severa
* Pensamientos suicidas
A nivel biológico, el cerebro de los pacientes con ETC muestra acumulación de proteína tau, que se agrupa alrededor de los vasos sanguíneos en zonas profundas del cerebro, afectando funciones cognitivas y emocionales.
Actualmente, no existe una forma definitiva de diagnosticar ETC en personas vivas. Solo se puede confirmar mediante un análisis post mortem del tejido cerebral. No obstante, los médicos han empezado a identificar un conjunto de síntomas, conocido como síndrome de encefalopatía traumática, en personas con antecedentes de traumatismos craneoencefálicos repetidos.
Un estudio publicado en JAMA Neurology reveló que 1 de cada 3 exjugadores profesionales de la NFL cree que padece ETC. Aún más alarmante, un 25,4 % de estos reportó pensamientos suicidas, en comparación con solo el 5 % entre aquellos que no creían padecer la enfermedad.
El caso Terry Long y la influencia en Tamura
En su nota, Shane Tamura menciona directamente a Terry Long, liniero ofensivo de los Pittsburgh Steelers entre 1984 y 1991. Long murió en 2005 tras ingerir anticongelante. Aunque inicialmente se pensó que su fallecimiento se debió a una meningitis, análisis posteriores revelaron la presencia de etilenglicol, el compuesto tóxico del anticongelante, y una necropsia confirmó la presencia de ETC.
Long se convirtió en uno de los primeros ejemplos públicos del vínculo entre el fútbol americano y la degeneración cerebral, un precedente que motivó investigaciones y protestas dentro y fuera del campo de juego.
Otras tragedias vinculadas al ETC en la NFL
Terry Long no ha sido el único. En las últimas 2 décadas, múltiples exjugadores han protagonizado tragedias similares:
Mike Webster, ícono de los Steelers, fue diagnosticado con ETC tras años de deterioro mental. Su caso fue llevado a la gran pantalla en Concussion (2015), protagonizada por Will Smith.
Dave Duerson, campeón del Super Bowl, se suicidó dejando una nota que pedía estudiar su cerebro.
Junior Seau, una de las figuras más carismáticas de la NFL, se quitó la vida en 2012. Se le detectó ETC avanzado.
Aaron Hernández, exestrella de los Patriots, se suicidó en prisión a los 27 años; su cerebro mostró uno de los casos más severos de ETC en un jugador tan joven.

El papel de la NFL y las críticas al manejo de la ETC
Durante años, la NFL minimizó los efectos del ETC y las conmociones cerebrales en sus jugadores. No fue hasta 2016 que la liga reconoció públicamente el vínculo entre el fútbol americano y esta enfermedad.
Ese mismo año, la NFL aceptó un acuerdo millonario para compensar a más de 20,000 jugadores retirados, con sumas de hasta $4 millones de dólares para los casos confirmados de ETC post mortem. A pesar de esto, las críticas sobre la insuficiente prevención y falta de apoyo emocional y médico a jugadores actuales y retirados persisten.
Un estudio del Brain Injury Research Institute, publicado en 2023, mostró que 345 de 376 cerebros de exjugadores donados presentaban signos de ETC. Aunque los investigadores advierten de un posible sesgo de selección, ya que quienes sospechan que sufren ETC son más propensos a donar su cerebro, la cifra del 92% sigue siendo inquietante.
Un reciente estudio de Frontiers in Psychology provocó indignación entre las familias de jugadores afectados. Según el estudio, la percepción de tener ETC podría estar influenciada por la “exposición mediática”. Sin embargo, decenas de viudas, hijos y cuidadores reaccionaron con una carta abierta, acusando a los autores de minimizar su sufrimiento y de culpar a los medios, no a la enfermedad, por la tragedia de sus seres queridos.
“Nuestros seres queridos fueron gigantes en vida. La ETC les robó su futuro y nos robó nuestro futuro con ellos. No nos quiten también nuestra dignidad”, escribieron.
Entre las firmantes está la Dra. Eleanor Perfetto, investigadora médica y viuda de Ralph Wenzel, otro exjugador diagnosticado con ETC. Perfetto criticó la conclusión del estudio, señalando que la experiencia vivida por los cuidadores es prueba suficiente de que la ETC es una enfermedad real, no una construcción mediática.
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