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Falta de personal en torre de control posible causa del accidente de helicóptero y avión en Washington

La torre de control del Aeropuerto Nacional Reagan tenía menos personal el día del accidente aunque reconocen que disponibles había 19 de los 28

las autoridades seguirán centrando sus esfuerzos "en limpiar los restos que quedan del río Potomac".

El accidente ocurrió el 29 de enero y no hubo sobrevivientes. Crédito: AP Photo/Jose Luis Magana | AP

La Administración Federal de Aviación examinó por segundo día las causas del accidente entre un helicóptero del ejército y un avión de pasajeros, el pasado 29 de enero. Una de las conclusiones a la que llegaron fue que la posible causa del accidente fatal se debió a la falta de persona en la torre de control y de comunicación del aeropuerto de Washington.

La torre de control del Aeropuerto Nacional Reagan en Washington D.C. debería haber contado con 28 controladores, y en teoría tenía 26 al momento del accidente, según expresaron funcionarios de la Administración Federal de Aviación (FAAC) durante el segundo día de audiencia ante la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.

19 controladores disponibles

“Solo 19 de los controladores estaban realmente disponibles para cubrir un turno”, contaron los funcionarios. La NTSB informó que todos los controladores con los que hablaron dijeron que la falta de personal era un problema.

Uno de estos controladores debió haber alertado a la tripulación del avión de pasajeros que un helicóptero del Ejército se dirigía a gran velocidad hacia su aeronave, según indicó el diario de Washington Post siendo la primera admisión de la FAA de un posible error que llevó al fatal accidente.

La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, dijo durante la audiencia que el controlador responsable de guiar los vuelos del helicóptero y del avión comercial había estado en contacto con 21 aeronaves distintas en los 10 minutos previos a la colisión sobre el río Potomac.

Un controlador a cargo de dos posiciones

Según una transcripción de la entrevista citadas por el diario, el controlador le dijo a los investigadores de la NTSB que se sentía “abrumado” unos 15 minutos antes del accidente, pero que el tráfico aéreo se redujo y sintió que la carga de trabajo era más manejable.

En ese momento, el controlador estaba a cargo de dos posiciones en la torre al mismo tiempo: gestionaba tanto los helicópteros como el tráfico local de aviones comerciales.

El accidente tuvo lugar el pasado 29 de enero, acabó con la vida de 67 personas.

Un helicóptero Black Hawk del Ejército estadounidense chocó en el aire con un avión de pasajeros proveniente de Wichita (Kansas), mientras este llevaba a cabo su aproximación final al aeropuerto Ronald Reagan de la capital, un siniestro en el que no hubo sobrevivientes.

“Dotación de controladores no era normal”

El secretario de Transporte, Sean Duffy comentó en febrero pasado que tenía un “plan” para mejorar el nivel de personal aéreo después del accidente.

“Tenemos un plan que va a salir y va a arreglar el problema. Pero, el asunto es que no puedes apretar un botón y tener controladores aéreos mañana, toma años”, afirmó Duffy en una entrevista en Fox News Sunday, en la que reconoció que el personal era escaso y estaba “sobrecargado”.

Duffy validó las conclusiones preliminares de la Administración Federal de Aviación (FAA) sobre el accidente, que apunta que la dotación de controladores “no era normal” en el momento del incidente.

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