45 años de cárcel para joven que mató para entrar a pandilla MS-13: sentencia en Nueva York
Un aspirante a miembro de la pandilla MS-13 que con su novia planeó matar a un adolescente en Queens (NYC) fue condenado a 45 años de cárcel

Padres del joven Andy Peralta (17), hallado muerto en un parque en Queens (NYC) en 2018. Crédito: David Ramírez
Juan Amaya Ramírez (27), un aspirante a miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) que usó a su novia para inducir la muerte de un adolescente en Queens (NYC), fue condenado ayer a 45 años de cárcel, después de que la jueza desestimara duramente el argumento de su abogado de que él era la persona “menos culpable” de la brutal muerte del adolescente.
Amaya Ramírez tenía 20 años en 2018 y esperaba que un homicidio le permitiera ganarse un lugar en la notoria pandilla cuando él y otros dos hombres golpearon, estrangularon y apuñalaron hasta la muerte a Andy Peralta (17), el 13 de abril de ese año.
Sin embargo, su abogado defensor, Richard Palma, intentó restar importancia a los “aparentemente tibios intentos” de su cliente de estrangular a la víctima, a pesar de que la autopsia demostró que Peralta murió por estrangulamiento manual.
“Es alucinante para este tribunal que se pueda argumentar eso, cuando ese joven murió por estrangulamiento, y su cliente lo estranguló”, declaró ayer la jueza LaShann DeArcy Hall en el Tribunal Federal de Brooklyn, citada por Daily News. “Le puso las manos en la garganta y lo estranguló hasta la muerte”.
La novia de Amaya Ramírez, Leyla Carranza, accedió a contactar con Peralta en redes sociales y a convencerlo de ir al Parque Kissena con la promesa de un encuentro romántico. Ella está cumpliendo una condena de 22 años por su papel en el asesinato.
Amaya Ramírez disfrutó mucho de su participación en la masacre de Peralta y guardó una foto del cuerpo en su teléfono que mostraba a sus amigos pandilleros y presumía repetidamente del asesinato para poder ingresar a la MS-13, según la fiscalía federal.
Los padres de Peralta, que estaban sentados en la sala del tribunal ayer, pidieron al juez que dictara una sentencia severa. “Matar a una persona como lo hizo, no se lo deseo a nadie”, dijo Rosa Jaramillo. “Como madre, me duele mucho llegar a casa y no verlo allí… Sólo quiero que todos entiendan el dolor que sufro”.
La semana pasada 42 personas -en su mayoría de MS-13- fueron arrestadas en cuatro días en uno de los mayores operativos contra pandillas en la historia del condado Nassau en Long Island (NY). De ellos, 33 quedaron bajo custodia de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) sin derecho a fianza, a la espera de su deportación.
La MS-13 está organizada por subgrupos conocidos como “camarillas”, y cada una suele tener uno o más líderes, comúnmente conocidos como “los que mandan”. El capítulo Brentwood/Central Islip de la camarilla Sailors de la MS-13 es uno de los más poderosos, violentos y consolidados de la costa este de Estados Unidos.
Long Island y Queens son las dos de las áreas con mayor presencia de Mara Salvatrucha en EE.UU., donde se le atribuyen docenas de ejecuciones y desapariciones. El grupo está asociado con reclutar jóvenes, mayormente de origen latino.
La MS-13 opera mediante la intimidación y la violencia, incluyendo el homicidio y el enriquecimiento de sus miembros y asociados mediante actividades delictivas, como allanamientos de morada, robo de armas de fuego, joyas, dinero en efectivo y otros artículos de valor, y la venta de narcóticos.
En julio Alexi Sáenz, líder de la camarilla “Sailors Locos Salvatruchas Westside” (Sailors) de la Mara Salvatrucha (MS-13) en Brentwood/Central Islip (Long Island, NY) fue condenado a 68 años de prisión. Su hermano Jairo Sáenz espera sentencia luego de que también se declarase culpable. Previamente había sido deportado a El Salvador en 2018, pero reingresó indocumentado a Estados Unidos, donde estuvo prófugo durante casi cuatro años, según un comunicado del Departamento de Justicia (DOJ).
En abril Joel Vargas Escobar, supuesto pandillero de la MS-13 conocido como “Momia”, fue arrestado en Nueva York por su presunta participación en una conspiración responsable de 11 asesinatos, extorsión y delitos de armas en Nevada y California.
En febrero Keyli Gómez, una joven que emboscó a cinco adolescentes hasta entregarlos para ser ejecutados a manos de la notoria MS-13, fue sentenciada en Nueva York. Luego de sus crímenes la joven se cambió de bando y testificó en contra de la pandilla.
En octubre Leniz Escobar, conocida como “La diablita”, fue sentenciada a 50 años de prisión por atraer a cuatro jóvenes a una emboscada mortal a machetazos en Nueva York.