Estrategias para jugar al Powerball: consejos de un matemático sobre probabilidades y números a evitar
El matemático Ryan Garibaldi revela consejos para jugar al Powerball: qué números evitar, estrategias y qué juegos ofrecen más chances

Según el experto en matemáticas, a la lotería hay que verla como un juego y no como una estrategia financiera. Crédito: George Walker IV | AP
El atractivo de ganar millones de dólares en la lotería Powerball cautiva cada semana a millones de personas en Estados Unidos. Sin embargo, las matemáticas muestran que la probabilidad de acertar el premio mayor es casi imposible: una en 300 millones. Así lo explicó el matemático Ryan Garibaldi, director del Centro de Investigación en Comunicaciones en La Jolla, California, en diálogo con WIRED.
Pese a lo desalentador de las cifras, Garibaldi detalló estrategias que no aumentan las probabilidades de ganar, pero sí pueden mejorar la experiencia de juego o evitar tener que compartir el pozo con otros ganadores.
La dificultad de ganar y la comparación con otros juegos
Según Garibaldi, la lotería Powerball pertenece al grupo de juegos con menor probabilidad de éxito. “Hay loterías que son más fáciles de ganar que otras”, dijo. Y agregó: “Cuando apuestas, normalmente una mayor probabilidad de ganar significa un pago menor”.
Para ejemplificarlo, comparó la lotería con la ruleta: apostar al rojo o negro otorga más chances de obtener dinero, aunque con recompensas pequeñas. En cambio, apostar a un número único implica menos probabilidad, pero un pago mayor. Lo mismo sucede en el contraste entre los populares raspaditos y sorteos nacionales como Powerball o Mega Millions, donde los pozos alcanzan cifras multimillonarias pero con mínimas posibilidades de victoria.
Qué números conviene evitar para no compartir el premio
El especialista aclaró que no existe un método que aumente la probabilidad de ganar, pero sí recomendaciones para no dividir el premio en caso de resultar ganador.
“Lo que quieres, si ganas el pozo, es ser el único que lo gane. Así que, con esa perspectiva en mente, lo que quieres es elegir números impopulares”, señaló Garibaldi.
Por ejemplo, muchos jugadores suelen elegir fechas de cumpleaños o aniversarios. Eso concentra la elección en números del 1 al 31, incrementando la posibilidad de que haya más de un ganador. Para evitarlo, el matemático sugiere escoger números menos comunes o secuenciales, aunque advirtió: “Esto no aumentará tus probabilidades de ganar. Sin embargo, puede ayudarte a no compartir el premio, lo cual es bueno”.
La idea de comprar todas las combinaciones posibles
Otro de los métodos discutidos fue la posibilidad de adquirir todos los boletos de una lotería. En el caso del Powerball o Mega Millions, esto es inviable. Con 300 millones de combinaciones, se necesitaría un ejército de colaboradores y una inversión multimillonaria.
Aun así, Garibaldi recordó antecedentes en loterías más pequeñas. En 1986, un grupo en Nueva Gales del Sur, Australia, logró cubrir una parte significativa de combinaciones. Lo mismo ocurrió en Virginia, en 1992, y en la Lotería Nacional de Irlanda. En esos casos, las probabilidades eran más manejables y los jugadores consiguieron el premio.
Un ejemplo interesante ocurrió en Oregón en 1999, cuando el pozo alcanzó $18 millones de dólares, pero la venta de boletos fue baja. Eso redujo la posibilidad de compartir el premio con otros ganadores, lo que aumentó el valor esperado de jugar.
Juegos alternativos con mayores probabilidades
Más allá de los grandes sorteos, Garibaldi recomendó explorar juegos con menos combinaciones, como los de 4 cifras. En particular, destacó la modalidad llamada “six-way box”, que cubre 6 combinaciones posibles de un número con dígitos repetidos, como 1122 o 1212.
En este caso, las probabilidades son de 1 en 1667, una cifra mucho más favorable que los 300 millones del Powerball. El premio suele rondar los $800, suficientes para que el jugador deba acudir a una oficina de cobro estatal.
Si bien no garantiza ganancias a largo plazo, esta opción incrementa la posibilidad de obtener un premio en comparación con los sorteos nacionales.
Estrategias históricas de “apuesta positiva”
El matemático también recordó casos como el de la lotería Cash WinFall en Massachusetts, donde los premios secundarios aumentaban de valor cuando el pozo mayor no se sorteaba. En esos escenarios, algunos grupos invertían grandes sumas en boletos, asegurándose ganancias en los premios menores. El matrimonio Marge y Jerry Selbee, que acumuló millones de dólares, llegó incluso a ser retratado en un documental.
Sin embargo, Garibaldi advirtió que estos casos son excepcionales y que la mayoría de los juegos de azar están diseñados para que los organizadores tengan una ventaja matemática sobre los jugadores.
La motivación real detrás de jugar
Pese a su mirada rigurosa, el propio Garibaldi admitió que también compra boletos de lotería. No lo hace con la expectativa de ganar, sino por la fantasía que despierta la posibilidad. “Los compro por la ilusión de pensar durante unos días: ‘¿Qué pasaría si gano este gran pozo?’ Y eso realmente vale algo”, confesó.
Para concluir, subrayó que el objetivo de las loterías es el entretenimiento, no una estrategia financiera. “Es realmente difícil e inusual estar en una situación en la que razonablemente puedas esperar ganar dinero con la lotería. Son apuestas. Puede que tengas suerte, pero es realmente cuestión de azar”.
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