window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-network'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

La carne roja que los expertos recomiendan evitar por completo

Especialistas de Cleveland Clinic y la OMS advierten que la carne procesada es cancerígena y debe eliminarse de la dieta diaria

Carne roja

EE.UU. es el quinto país que más carne roja consume a nivel mundial. Crédito: Shutterstock

Estados Unidos es uno de los mayores productores y consumidores de carne vacuna del mundo. Para millones de familias, la carne roja está presente en hamburguesas, asados o platos tradicionales. Sin embargo, los expertos en salud coinciden en que limitar su consumo es esencial para prevenir enfermedades graves.

La nutricionista Julia Zumpano, de la Cleveland Clinic, explicó que la carne roja, en general, (res, ternera, cordero y cerdo) no es necesariamente dañina si se consume con moderación. El verdadero problema se encuentra en la carne procesada, aquella que fue ahumada, curada, salada o tratada con conservadores químicos para prolongar su vida útil.

Ejemplos comunes incluyen:

* Tocino

* Salchichas

* Pepperoni

* Jamón

* Carne en conserva

* Mortadela

* Salami

De acuerdo con Zumpano, este tipo de alimentos demostró tener los efectos más negativos en el organismo. El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer respalda esta postura y afirma que, incluso, pequeñas cantidades de carne procesada elevan el riesgo de cáncer colorrectal.

La carne y el cáncer: lo que dice la OMS

En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado que marcó un antes y un después en el debate sobre la carne. En su clasificación carcinogénica, ubicó a la carne roja en el Grupo 2A, es decir, “posiblemente cancerígena”. En cambio, la carne procesada fue incluida en el Grupo 1, la categoría más alta, donde se encuentran sustancias como el tabaco o el asbesto, consideradas cancerígenas para los humanos.

La OMS señaló que, mientras la evidencia sobre la carne roja es limitada, en el caso de la carne procesada los resultados son concluyentes: aumenta el riesgo de cáncer colorrectal.

Además del cáncer, la carne roja contiene grasas saturadas que elevan el colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”. Este factor incrementa la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión o infartos, advirtió Zumpano.

Los expertos en salud recomiendan eliminar los embutidos de nuestra dieta diaria. (Foto: Shutterstock)

El consumo de carne en EE.UU.

Las estadísticas de World Population Review muestran la magnitud del consumo de carne en el país. En 2022, un habitante promedio comió 271 libras (123 kilos) de carne al año.

De esa cantidad, 83,7 libras (38 kilos) correspondieron a res y 65,9 libras (29,9 kilos) a cerdo. Con estas cifras, EE.UU. ocupa el 5° lugar mundial en consumo de carne per cápita.

Este hábito convierte a los estadounidenses en una población especialmente expuesta a los riesgos relacionados con el consumo excesivo de carne roja y procesada.

¿Qué carnes son más saludables?

La Clínica Mayo sostiene que no es necesario eliminar totalmente la carne roja sin procesar para mantener un estilo de vida sano. La recomendación es optar por cortes bajos en grasa y colesterol como:

* Solomillo superior

* Lomo superior

* Paleta de res

* Brazo de res

Además, sugieren reducir las porciones y no considerar a la carne como el elemento principal de un plato, sino como un acompañamiento dentro de una comida balanceada.

Alternativas a la carne roja

Los especialistas destacan que existen fuentes de proteína más saludables que pueden reemplazar la carne roja en la dieta diaria. Algunas de ellas son:

* Pollo y pescado, con menos grasa saturada y más ácidos grasos beneficiosos.

* Legumbres como frijoles, lentejas y garbanzos, que aportan proteína y fibra.

* Frutos secos y granos integrales, que complementan el aporte proteico sin efectos negativos sobre el colesterol.

En el caso de la carne procesada, la recomendación es clara: evitarla por completo. La Clínica Mayo advierte que estos alimentos no ofrecen beneficios nutricionales que compensen sus riesgos y deben sustituirse por opciones frescas y naturales.

Una nueva visión de la alimentación

El consumo de carne roja, especialmente en EE.UU., está profundamente ligado a la cultura y la tradición gastronómica. Sin embargo, cada vez más estudios refuerzan la necesidad de repensar su papel en la dieta.

Expertos como Zumpano y organizaciones como la OMS y la Clínica Mayo coinciden en un mensaje clave: moderar la carne roja y eliminar la carne procesada puede marcar la diferencia en la prevención de enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida.

En un país donde la carne sigue siendo protagonista de la mesa, el desafío está en lograr un equilibrio: disfrutarla en menor medida, priorizar cortes magros y, sobre todo, dejar atrás los productos procesados que la ciencia ya identificó como un enemigo directo de la salud.

Sigue leyendo:

* Comer carne roja procesada aumenta el riesgo de demencia, revela estudio
* Alto consumo de carnes rojas aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, según un reciente estudio
* Lo que sucede en el cuerpo al dejar de comer carne roja

En esta nota

carne roja
Contenido Patrocinado