El mejor momento para ir al baño en un avión, según expertos en viajes
Azafatas y viajeros frecuentes revelan los mejores momentos para ir al baño en un avión y evitar las largas filas durante el vuelo

Expertos en vuelo dan a conocer los momentos durante el viaje en el que es mejor pararse a los sanitarios. Crédito: Shutterstock
Viajar en avión implica siempre cierta planificación: desde qué llevar en la maleta hasta cómo pasar las horas a bordo sin aburrirse ni incomodarse. Sin embargo, hay un detalle que suele generar estrés en los vuelos largos: el momento de ir al baño. Las filas, los carritos de comida bloqueando el pasillo o la señal del cinturón encendida pueden complicar algo tan simple como levantarse del asiento.
Por eso, tripulantes de cabina y viajeros frecuentes han compartido sus consejos sobre cuándo es mejor usar el baño en un avión para evitar aglomeraciones y disfrutar de una experiencia más tranquila en el aire.
Los momentos clave para evitar filas
Sarah B., azafata de una aerolínea internacional consultada por el medio especializado Travel + Leisure, señaló que hay 2 instantes estratégicos:
* Justo después del primer servicio de comida.
* Poco antes del anuncio de aterrizaje.
Según detalla, tras la primera comida la mayoría de los pasajeros se dedica a mirar películas, leer o dormir, lo que deja los baños prácticamente vacíos. En cambio, después de la segunda comida, que suele servirse entre 60 y 90 minutos antes de aterrizar, el riesgo de quedar atrapado en largas filas es mucho mayor. A eso se suma que la tripulación puede encender la señal de cinturón de seguridad por el inicio del descenso, lo que impide levantarse.
La rutina de los vuelos largos
En la mayoría de los vuelos internacionales de larga distancia se repite un esquema claro:
1) Primer servicio de comida.
2) Pausa para dormir o descansar.
3) Segundo servicio de comida.
4) Preparativos para el descenso.
La pausa, con la cabina a oscuras y en silencio, es otro de los momentos ideales para ir al baño sin esperar demasiado. Aprovechar esa calma permite evitar no solo las filas, sino también la incomodidad de tener que esquivar carritos en el pasillo.

Preparación antes de abordar
La asesora y coach de viajes Rani Cheema también comparte una estrategia previa: usar el baño varias veces en el aeropuerto, antes de abordar. “Uso el baño tantas veces como puedo antes de subir al avión”, señaló a Travel + Leisure.
Además, ajusta su hidratación para no tener que levantarse apenas despega el avión. “No tomo mucho líquido antes del vuelo. Tomo mucho durante el vuelo, así que no tengo que preocuparme por ir al baño en cuanto subo”, explicó.
Este hábito le permite adaptarse mejor al ritmo del viaje y evitar los momentos de mayor demanda en los sanitarios.
Elegir el baño menos concurrido
Cheema también aconseja prestar atención a la ubicación. “Si hay un baño muy visible, como hacia adelante, significa que no voy a ir a ese baño. Probablemente, voy al fondo, porque lo más probable es que la gente esté mirando hacia ese baño y puedan ver el cartel”.
Según la especialista, los baños menos visibles suelen ser los menos utilizados, lo que reduce el tiempo de espera.
Con el paso de las horas, los baños pueden perder condiciones óptimas de limpieza. Cheema recomienda avisar a la tripulación con amabilidad si esto ocurre. “Siempre empiezo con amabilidad y los auxiliares de vuelo siempre estuvieron dispuestos a ayudar”, aseguró.
La comunicación respetuosa con la tripulación no solo mejora la experiencia individual, sino la de todos los pasajeros.
Un recurso limitado en cada avión
La capacidad de los baños también juega un papel importante. Según datos de la industria, un avión promedio cuenta con aproximadamente un baño por cada 60 pasajeros.
Con semejante nivel de uso, elegir el momento adecuado se vuelve esencial para no sufrir esperas excesivas ni perder tiempo valioso del vuelo.
Para evitar complicaciones, los expertos recomiendan:
* Usar el baño justo después del primer servicio de comida.
* Aprovechar los momentos en que la mayoría duerme.
* No esperar hasta la segunda comida o el anuncio de aterrizaje.
* Elegir baños menos visibles y menos concurridos.
* Avisar con cortesía si notas problemas de higiene.
* Usar el baño varias veces antes de abordar el avión.
La experiencia de volar puede ser más llevadera si se planifica hasta el detalle más pequeño. Algo tan rutinario como ir al baño en un avión puede convertirse en una tarea sencilla si se eligen los momentos adecuados y se sigue la estrategia de la tripulación y los viajeros expertos.
De esta manera, la próxima vez que tengas un vuelo largo podrás ahorrar tiempo, evitar filas interminables y disfrutar de un viaje mucho más cómodo.
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