Hombre asesinó a su exnovia y destrozó el cráneo de su hija
Gabriel Fitzgerald Boykins, de 50 años, pasará las próximas décadas en prisión tras ser sentenciado en Tennessee por el asesinato de su exnovia y su hija
Foto policial de Gabriel Fitzgerald Boykins, de 50 años, condenado en Tennessee. Crédito: Oficina del Sheriff del Condado de Hamilton | Cortesía
Gabriel Fitzgerald Boykins, de 50 años, pasará las próximas décadas en prisión tras ser sentenciado en Tennessee por el asesinato de su exnovia Tamara Church, de 40 años, y su hija Aquarious, de 8, cuyo cráneo quedó en pedazos tras la agresión.
Un jurado lo declaró culpable de dos cargos de asesinato en segundo grado y la jueza Amanda Dunn fijó este jueves una condena total de 45 años, con las penas por cada muerte cumplidas de forma consecutiva, según Law&Crime.
El caso se remonta a mayo de 2020, cuando la familia denunció la desaparición de la madre y la niña, un día después de que el vehículo de Church apareciera incendiado en Chattanooga.
La búsqueda se extendió durante 51 días, hasta que sus restos fueron hallados en una zona boscosa junto a un cementerio en Greenwood Road. El paso del tiempo destruyó parte de las pruebas, pero la evidencia forense y los registros telefónicos fueron determinantes para señalar a Boykins.
La autopsia reveló que Church sufrió estrangulamiento y golpes en el rostro, mientras que su hija murió por una fractura craneal causada por aplastamiento.
“Una de ellas vio morir a la otra”, lamentó la jueza durante la audiencia, en la que describió la brutalidad del crimen como “una de las formas más crueles de asesinato”, según Law&Crime.
Juicio largo y complejo
El proceso judicial fue largo y complejo. Un primer juicio en 2024 terminó sin consenso del jurado, que solo lo condenó por manipulación de pruebas. Sin embargo, en junio de este año Boykins fue declarado culpable de asesinato en segundo grado.
Pese a las pruebas, el acusado sostuvo su inocencia en su última intervención, aunque no mostró emociones al escuchar la sentencia.
La investigación expuso que Boykins mantenía una relación previa con la madre de la víctima y que había antecedentes de conflictos y presunto abuso. Cámaras de seguridad captaron a un hombre con su complexión alejándose del automóvil en llamas, y los peritos hallaron rastros de sangre en el dúplex donde residía.
Con este fallo, se cierra uno de los crímenes más dolorosos en Chattanooga en la última década. “Ninguna sentencia traerá de vuelta a Tamara y Aquarious”, señaló la jueza Dunn, antes de recordar que Boykins acumulaba ya 44 antecedentes judiciales desde 1995.
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