Mes de la Herencia Hispana: María Cancio, la doctora puertorriqueña que ha transformado la oncología pediátrica
La oncóloga lidera programa que salva vidas de niños hispanos y del resto del mundo con trasplantes de médula ósea en NYC

La Dra. Cancio ayuda a niños y jóvenes de Puerto Rico y otras partes del mundo a que sean tratados en EE.UU. de enfermedades raras y mortales. Crédito: Memorial Sloan Kettering | Cortesía
En el corazón de Nueva York, una doctora puertorriqueña está escribiendo una nueva página en la historia de la medicina pediátrica.
Durante el Mes de la Herencia Hispana, la labor de María Cancio cobra especial relevancia como ejemplo del impacto transformador que los profesionales hispanos tienen en el sistema de salud estadounidense.
“Mi amor por la medicina nació conmigo, porque desde que yo tengo uso de razón, ya sabía que esto es lo que yo iba a hacer”, relata la especialista en oncología pediátrica del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center.
Su pasión se gestó en el seno familiar, inspirada por algunos miembros de su familia. “Uno de mis abuelitos y uno de mis tíos eran muy dedicados en su labor como médicos cirujanos”. Desde pequeña, su determinación era evidente. “Yo llevaba una maletita con equipo similar al de primeros auxilios, algo muy rústico como te puedes imaginar porque yo era una niña, pero siempre estaba buscando cómo ayudar”, recuerda con nostalgia.
El momento decisivo en St. Jude
Su especialización en oncología pediátrica se definió durante una experiencia transformadora en el St. Jude Children’s Research Hospital, donde participó en el Pediatric Oncology Education Program. “Ahí me decidí a seguir el camino de la oncología pediátrica, me fue de mucha inspiración poder no solamente participar en el ámbito de investigación, sino también trabajar la parte clínica”, explica.
Esta experiencia marcó el rumbo de una carrera que hoy impacta vidas a nivel internacional, especialmente durante el Mes de la Herencia Hispana, cuando se reconoce la contribución de profesionales como ella.
“Salud sin Barreras”: Un puente de esperanza
El programa “Salud Sin Barreras”, de la cual la Dra. Cancio forma parte, representa una colaboración pionera entre MSK Kids y el Hospital Pediátrico Universitario del Centro Médico de Puerto Rico.
Desarrollada en 2021, esta iniciativa ha seguido expandiéndose para beneficiar a niños y jóvenes con diagnósticos raros y potencialmente mortales que pueden curarse mediante trasplante de células madre hematopoyéticas (HSCT).
Actualmente, el HSCT pediátrico no está disponible en la isla de Puerto Rico, por lo que esta colaboración resulta vital. Los pacientes pasan por un proceso de evaluación clínica y financiera para verificar si son elegibles para el programa.
Gracias a esta alianza, varios pacientes han recibido en MSK un HSCT que les ha salvado la vida y han regresado a Puerto Rico bajo el cuidado de sus médicos locales. “Han podido regresar (a Puerto Rico) con su familia y amigos, comenzar la escuela y tener una vida normal disfrutando de su niñez”, señala con satisfacción.

La fortaleza de MSK Kids
MSK Kids ofrece opciones avanzadas de Trasplante y Terapia Celular para una amplia gama de trastornos pediátricos hematológicos, oncológicos e inmunológicos que ponen en riesgo la vida. Los pacientes puertorriqueños se encuentran en una proximidad geográfica relativa comparada con otros centros reconocidos en Estados Unidos, y muchos tienen familiares y amigos en el área de Nueva York.
La diversidad del personal de MSK, que incluye una gran comunidad hispana, garantiza transiciones de atención fluidas. El equipo médico se reúne regularmente para discutir casos, opciones de tratamiento y garantizar la continuidad del cuidado de los pacientes. Algunos médicos locales se han formado en MSK y continúan colaborando en iniciativas clínicas y de investigación.
Esta alianza está perfectamente alineada con la misión institucional de ampliar el acceso a la atención médica, apoyar la diversidad y cerrar brechas en el cuidado de poblaciones desatendidas.
La importancia de la representación hispana
La presencia de profesionales hispanos en la medicina estadounidense trasciende la barrera del idioma. “Cuando nuestros pacientes ven que hay médicos, enfermeras y personal del hospital que hablan su idioma, que entienden su cultura, ellos se sienten más confiados y esperanzados”, observa la especialista.
Esta conexión cultural es fundamental en el tratamiento oncológico pediátrico, donde el aspecto emocional y psicológico juega un papel crucial. “No tener que depender de intermediarios, me permite más tiempo con mis pacientes y también asegura una conexión más estrecha y de mayor confianza con ellos”, destaca.
Más allá de los medicamentos
Su enfoque holístico reconoce que la curación va más allá de los protocolos médicos. “Hay muchas cosas que no son solamente los medicamentos que son importantes en el tratamiento de los pacientes”, enfatiza. Solo conociendo profundamente al paciente y su familia se pueden abordar “todos esos factores que influyen en el resultado final, incluyendo las partes psicosociales del tratamiento”.
Las metas a largo plazo del programa “Salud Sin Barreras” son ambiciosas: beneficiar también a niños y jóvenes que necesiten otros tratamientos pediátricos limitados en la isla. “A largo plazo, además de los pacientes de trasplante de médula y de oncología pediátrica, seguir expandiendo para poder incluir una colaboración más estrecha para los adultos también”, proyecta la doctora.
Responsabilidad y orgullo durante el Mes de la Herencia Hispana
Como una de las pocas doctoras hispanoamericanas en oncología pediátrica, la Dra. Cancio siente el peso de la representación. “Para mí, es un orgullo y también me tomo la responsabilidad muy en serio”, reflexiona. Su filosofía de vida profesional se resume en una máxima: “El éxito es donde se encuentran la preparación y la oportunidad”.
Su mensaje para las futuras generaciones es claro: con dedicación, honradez y pasión, el éxito en medicina es posible. Durante este Mes de la Herencia Hispana, su historia ejemplifica cómo los profesionales latinos no solo enriquecen el sistema de salud estadounidense, sino que construyen puentes de esperanza que salvan vidas a través de fronteras.
La labor de esta doctora puertorriqueña en Nueva York demuestra que la excelencia médica, combinada con sensibilidad cultural, puede transformar no solo vidas individuales, sino sistemas enteros de atención sanitaria, especialmente cuando se reconoce durante el Mes de la Herencia Hispana.
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