Trasplante de hígado porcino: Un avance que desafía la medicina
Por primera vez, un hígado de cerdo genéticamente modificado logró mantener con vida a un ser humano durante casi 6 meses

Crédito: Deutsche Welle
Un paciente de 71 años con cirrosis y cáncer hepático logró sobrevivir casi 6 meses (171 días) tras recibir el trasplante de un hígado de cerdo modificado genéticamente. El caso, realizado por un equipo de cirujanos chinos, abre una posible vía para reducir la brecha mundial entre la demanda y la disponibilidad de órganos humanos.
El hallazgo, publicado este jueves en la revista Journal of Hepatology, representa un hito médico: es el primer xenotrasplante hepático auxiliar, es decir, sin retirar completamente el hígado original del paciente, realizado con éxito de un cerdo modificado genéticamente a un receptor humano vivo.
Hasta ahora, los xenotrasplantes hepáticos se habían probado solo en pacientes con muerte cerebral. Un estudio previo, difundido a comienzos de año en Nature, había descrito un trasplante de este tipo con un hígado porcino que tenía 6 genes modificados. En este nuevo procedimiento, los científicos aplicaron 10 modificaciones genéticas para mejorar la compatibilidad inmunológica y reducir problemas de coagulación.
El paciente
El receptor del trasplante padecía cirrosis relacionada con hepatitis B y un carcinoma hepatocelular avanzado, por lo que no era candidato para un trasplante convencional. El procedimiento no se planteó como una cura contra el cáncer, sino como una estrategia de apoyo para evitar un fallo hepático tras la extirpación del tumor.
Los cirujanos implantaron un injerto auxiliar de un cerdo de raza Diannan, originaria de la provincia china de Yunnan, con las modificaciones genéticas necesarias para facilitar la adaptación al organismo humano. Durante el primer mes, el injerto funcionó correctamente, produciendo bilis y factores de coagulación sin signos de rechazo.
Sin embargo, al día 38 se detectó una microangiopatía trombótica, una complicación grave relacionada con el xenotrasplante. Los médicos retiraron el injerto y trataron al paciente con un inhibidor del complemento y recambio plasmático, lo que estabilizó temporalmente su estado. Aun así, el hombre sufrió hemorragias gastrointestinales recurrentes y falleció 171 días después del trasplante.
Pese al desenlace, los investigadores destacan que el caso demuestra que un hígado porcino modificado genéticamente puede funcionar en un ser humano durante un periodo prolongado.
“Es un paso adelante fundamental que muestra tanto el potencial de los xenotrasplantes como los retos pendientes, especialmente en la regulación de la coagulación y las complicaciones inmunitarias”, explicó Beicheng Sun, del Departamento de Cirugía Hepatobiliar de la Universidad de Anhui.
Sigue leyendo:
* EE.UU. realiza el primer trasplante de vejiga en el mundo: los resultados
* La fascinante evolución de la primera persona en recibir un trasplante de ojo humano
* Cómo el trasplante fecal puede cambiar mi vida con una enfermedad crónica