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Qué significa la corona de Adviento en Navidad y como crear una en casa

La inclusión de velas refuerza la simbología de la magia que trae la navidad a los hogares del mundo

Árbol de Navidad

Aprovecha que un nuevo ciclo comienza para la atracción de prosperidad y nuevos comienzos. Crédito: Shutterstock

La llegada de diciembre marca el inicio de una de las tradiciones más representativas del calendario navideño en diferentes regiones del mundo. La corona de Adviento se consolida como un símbolo clave en la preparación espiritual y festiva, presente tanto en hogares religiosos como en ambientes laicos que adoptan su carácter decorativo.

Su presencia en las casas responde a un sentido histórico y cultural que combina la expectativa del nacimiento de Jesús con la intención de generar un ambiente de reflexión familiar. De esta manera, comunidades cristianas y familias no religiosas encuentran en este objeto un elemento que transmite unión, esperanza y renovación.

La corona de Adviento mantiene una forma circular elaborada generalmente con ramas verdes de pino o abeto. Estas piezas no solo cumplen un propósito estético, sino que representan continuidad y eternidad. La inclusión de cuatro velas, ubicadas de manera equidistante, refuerza la simbología propia del periodo previo a la Navidad.

Simbolismo y tradición en torno a la corona de Adviento

Las velas suelen presentar tonalidades moradas y rosadas, mientras algunas tradiciones incorporan una quinta vela blanca para encender el día de Navidad. El encendido progresivo, desde el primer domingo de Adviento, simboliza el avance espiritual y la llegada de la luz, un acto que fomenta la unión familiar cada semana.

A este significado se suma el aporte visual de otros elementos decorativos como cintas rojas, piñas o frutos secos, que amplían la representación simbólica de la vida y la fertilidad. Las ramas verdes conservan la idea de esperanza durante el invierno, reforzando el mensaje que sostiene la tradición desde hace siglos.

El uso de colores cumple un rol catequético definido: tres velas moradas representan la reflexión y la conversión, mientras la vela rosa alude al gozo ante la cercanía de la Navidad. Si se incluye una vela blanca, se enciende el 25 de diciembre para representar la llegada de Cristo, considerado luz del mundo por los creyentes.

Aunque la costumbre nace en un contexto religioso, su adaptación al entorno contemporáneo ha permitido que numerosas familias, independientemente de su fe, la integren como parte del inicio del periodo festivo. Muchas la utilizan para ambientar reuniones previas a Nochebuena o como un recurso decorativo con valor emocional.

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