Nueva York regula el kratom: leyes contra su venta a menores y advertencias obligatorias
Nueva York limita la venta de kratom a mayores de 21 años y exige etiquetas de advertencia tras más de 100 muertes asociadas
El kratom se ha vuelto muy popular entre los jóvenes, quienes desconocen los problemas de salud que se desatan tras su consumo. Crédito: Mary Esch | AP
El estado de Nueva York dio un paso decisivo para regular la venta de productos que contienen kratom, un suplemento herbal ampliamente disponible en tiendas de conveniencia y smoke shops, tras crecientes alertas sobre sus riesgos para la salud.
La gobernadora Kathy Hochul firmó 2 nuevas leyes que establecen restricciones de edad y obligan a incluir advertencias claras en los empaques, luego de que al menos 100 muertes en el estado hayan sido vinculadas al consumo de esta sustancia.
El kratom es una planta originaria del sudeste asiático que tradicionalmente se utilizó masticando sus hojas por sus efectos estimulantes leves y propiedades analgésicas. En años recientes, su popularidad creció en Estados Unidos, donde algunos consumidores lo usan como energizante, elevador del estado de ánimo o incluso para aliviar síntomas de abstinencia a los opioides. Sin embargo, expertos y autoridades sanitarias advierten que el kratom que se vende en el mercado estadounidense poco tiene que ver con su uso tradicional.
“En muchos casos no se trata de la planta en su forma natural, sino de compuestos químicos concentrados que pueden ser hasta 50 veces más potentes”, explicó el doctor Steve Goldberg en declaraciones a PIX11 News. Esa diferencia, aseguran especialistas, incrementa de forma significativa el riesgo de dependencia, sobredosis y efectos adversos graves.
La firma de estas leyes ocurre en medio de historias personales que han impulsado el debate público. Una de ellas es la de Cari Scribner, madre de Nick Scribner, un joven de 24 años que murió por intoxicación de kratom. Su fallecimiento se ha convertido en un símbolo de la falta de regulación y de los peligros de una sustancia que muchos jóvenes consumen creyendo que es inofensiva por venderse como “natural”.
“Kratom suele presentarse como una hierba completamente segura, pero la realidad es que puede ser extremadamente peligrosa y, en algunos casos, mortal”, afirmó la gobernadora Hochul. “Ningún padre debería perder a un hijo por no saber qué contenía un producto vendido sin controles ni advertencias”.

Restricciones de edad, etiquetas obligatorias y advertencias de salud
La primera de las leyes firmadas, identificada como S4552A/A2340A, prohíbe la venta de kratom a personas menores de 21 años en todo el estado. Quienes incumplan esta norma enfrentarán multas de hasta $500 dólares por cada infracción. La medida busca frenar el acceso de adolescentes y jóvenes adultos, un grupo donde el consumo ha aumentado de manera preocupante, según autoridades estatales.
La segunda legislación, S8285/A5852A, exige que cualquier producto que contenga kratom y se fabrique, distribuya o venda en Nueva York incluya una lista completa de ingredientes y advertencias visibles para los consumidores. Estas etiquetas deberán informar que el producto puede ser adictivo, que puede interactuar con medicamentos y otras sustancias, y que no cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
A nivel federal, el kratom no está regulado ni aprobado para ningún uso médico. La FDA ha advertido en múltiples ocasiones que su consumo puede provocar efectos adversos graves, especialmente cuando se presenta en formas concentradas, como polvos, cápsulas o líquidos.
Aunque el kratom no es técnicamente un opioide, médicos explican que, en dosis elevadas, puede actuar de manera similar. Su consumo prolongado puede generar tolerancia, dependencia física y síntomas de abstinencia. Un componente específico, conocido como 7-hidroximitraginin (7-OH), tiene un potente efecto opioide cuando se encuentra en forma concentrada.
En los últimos años, algunos fabricantes han producido versiones sintéticas de este compuesto o lo han añadido en cantidades mucho mayores a las que se encuentran de manera natural en la planta. Ante esta preocupación, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York (NYS DOH, por sus siglas en inglés) comenzó a monitorear específicamente el 7-OH desde junio de 2025, mientras continúa la investigación sobre su relación con sobredosis y dependencia.
El comisionado estatal de Salud, el doctor James McDonald, señaló que el kratom “tiene el potencial de causar dependencia y puede provocar toxicidad hepática, convulsiones y otros problemas de salud serios”. Añadió que las nuevas leyes permitirán a los consumidores tomar decisiones más informadas y protegerán especialmente a los menores de edad.
Las autoridades también subrayan que, en muchos de los casos fatales asociados al kratom, la sustancia fue consumida junto con otros fármacos o drogas, como fentanilo, opioides sintéticos, benzodiacepinas, alcohol u otros medicamentos, lo que incrementa de manera considerable el riesgo de muerte.
Legisladores estatales destacaron el carácter bipartidista de la iniciativa y el papel de los defensores comunitarios. “Durante demasiado tiempo, el kratom se vendió sin supervisión, sin límites de edad y sin advertencias claras”, señalaron representantes estatales, quienes recalcaron que la regulación no prohíbe el producto, pero sí establece reglas básicas para reducir daños.
Los médicos advierten que, debido a su popularidad entre adolescentes y adultos jóvenes, es fundamental que los padres inicien conversaciones tempranas sobre los riesgos del kratom y otras sustancias similares. “Hablar abiertamente puede marcar la diferencia”, indicó el doctor Goldberg.
Además de las nuevas leyes, el estado ha desarrollado recursos informativos para el público y guías clínicas para profesionales de la salud. Las autoridades recomiendan contactar de inmediato a Poison Control ante cualquier problema relacionado con el consumo de kratom o llamar al 911 en caso de emergencia. Para quienes enfrentan problemas de adicción, Nueva York mantiene disponible la línea gratuita HOPEline, las 24 horas del día.
Con estas medidas, el estado busca cerrar un vacío regulatorio y prevenir más muertes asociadas a una sustancia que durante años se comercializó sin controles claros, en un intento por proteger la salud pública y, sobre todo, a los jóvenes neoyorquinos.
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