Editorial: Accidente en la CIA poco creíble

Es inaceptable la destrucción "accidental" de documentos en la Oficina del Inspector General

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) está rodeada de secretos y sus acciones suelen ser motivo de sospecha. Por eso, ha sido muy difícil aceptar que la destrucción del documento que detalla el uso de la tortura bajo el gobierno de George W. Bush haya sido un “error” en la Oficina del Inspector General (IG), la agencia a cargo de supervisar su comportamiento.

El sumario del documento fue hecho público en diciembre de 2014. Allí se determinó que las  “técnicas mejoradas de interrogación”, como se definió oficialmente a la tortura, no fue eficiente en la obtención de información, fue más brutal de lo que se conocía y que la CIA proveía información inadecuada. El reporte de 6,700 páginas elaborado para el Senado que sustenta en detalle la conclusiones, es el que ha sido destruido.

El incidente fue descripto como un error “‘inadvertido” por parte del Inspector General de la CIA. La explicación oficial dice que primero el personal del IG borró el archivo de la computadora con el reporte y luego se destruyó el disco que contenía el documento con miles de archivos secretos de la CIA sobre el uso de la tortura,  usados en prisiones secreta conocidos como “sitios negros” en varios países. La CIA dice que todavía hay otro disco sin abrir con el documento en la caja de seguridad de la agencia.

Este hecho es para preocuparse porque el IG es el encargado de supervisar de una manera independiente el funcionamiento y las acciones de la CIA. Esta oficina fue creada en 1989 como los ojos de la sociedad civil sobre el aparato estadounidense de inteligencia que trabaja fuera del país. Por eso reporta independientemente al Congreso y al Departamento de Justicia. La desaparición de estos documentos siembra serias dudas sobre el IG y su funcionar.

El uso de la tortura por el gobierno de Bush/ Cheney cobró nueva importancia ante el avance una demanda en abril por parte de individuos torturados contra dos siquiatras que asesoraron a la CIA en sus “interrogatorios mejorados”. Y ante las promesas del virtual candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, de aumentar el uso de tormentos si es electo.

El control civil sobre la CIA es muy importante. Este incidente confirma que no es fácil este objetivo, pero no se puede permitir que la agencia de espionaje entorpezca su supervisión.

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