“El referendo se hará este año”: el desafío de la oposición de Venezuela
La oposición insistió en exigir que el revocatorio sea en 2016, rechaza las condiciones impuestas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y anuncia nuevas movilizaciones
Los líderes opositores creen que con marchas en la calle pueden presionar al gobierno.
La oposición en Venezuela no está dispuesta a aceptar las condiciones del Consejo Nacional Electoral para el referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no desiste en su empeño de que el referendo sea en 2016 y rechaza por “anticonstitucional” la condición de que el próximo paso, la próxima recogida de las firmas del 20% del censo, sea a nivel regional y no nacional.
Un posible referendo antes del 10 de enero de 2017 y la derrota del presidente supondría la convocatoria de elecciones, en las que la oposición podría poner fin a 17 años de chavismo. Si ocurre después de esa fecha y en caso de que perdiera Maduro, lo sustituiría su vicepresidente.
La oposición considera urgente el cambio de gobierno, al que culpa de la grave crisis económica que sufre el país con una elevada inflación y desabastecimiento de comida y productos básicos.
El gobierno lo achaca una “guerra económica” del sector privado y de países extranjeros.
La pasada semana, el CNE anunció que del 26 al 28 de octubre se recogerán las firmas para activar el referendo.
La oposición exige que sea suficiente con reunir el 20% del censo a nivel nacional mientras que el CNE exige que se reúnan las firmas del 20% del censo en cada uno de los estados del país.
Además, el ente electoral también descartó un referendo en 2016.
De producirse, sería “a mediados del primer trimestre de 2017”, dijo en el comunicado de la pasada semana.
La oposición acusa al CNE de actuar de acuerdo con el gobierno y de dilatar el proceso.
Tras días de reuniones, la MUD, la coalición de partidos opositores, quiso mostrarse unida este lunes en un acto con la presencia de todos sus líderes más destacados.
Movilización
En el comunicado leído antes cientos de simpatizantes, el portavoz, Jesús Torrealba, enfatizó que “el referendo revocatorio se hará este año”.
“No hay razones técnicas ni jurídicas para que no sea así”, dijo Torrealba, que añadió que “cualquier intento de bloquearlo implicará la movilización del pueblo pacífico y firme en la calle“.
Y convocó a una gran marcha nacional el 12 de octubre, en la que pretende “desbordar” las calles y “obligar” al gobierno a cumplir que el 20% de firmas a favor del revocatorio se recoja “a nivel nacional”.
“No aceptaremos nada que no cumpla con la Constitución, y si el gobierno ha optado por incumplirla y violarla, se encontrarán con un pueblo que los hará acatar la Constitución”, añadió.
Pese a las dificultades por el hecho de que el CNE haya dispuesto de menos centros y máquinas para la recolección de firmas de las que deseaba, la oposición quiere “superar ampliamente el requisito establecido para activar” el revocatorio.
“Referendo anticipado”
¿Pero cómo puede hacer la oposición para presionar y hacer cambiar a un CNE que, según afirman, actúa al dictado del gobierno?
“Es muy poco probable que puedan convertir ese deseo en realidad”, dijo a BBC Mundo el analista Luis Vicente León.
La realización de un referendo en 2016 es técnicamente posible, pero el CNE ya ha mostrado que no está dispuesto a acelerar los plazos.
“La oposición rechaza las formas pero está diciendo que va a ir (al proceso de recogida del 20% de firmas) para demostrar que hay una gran mayoría y usarlo como una especie de referendo anticipado”, agregó el experto.
León considera que si la oposición logra un número de firmas superior a los casi 3,9 millones de votos que necesita para activar el referendo, aunque no se cumpla el mínimo en todos los estados, “la presión interna y externa será brutal”.
Es por tanto una cuestión de fuerza, de presión en la calle y en las instancias internacionales en el duelo que mantiene con el CNE y el gobierno, cuyos miembros ya han manifestado que no habrá referendo ni en 2016 ni en 2017.
Una masiva recogida de firmas “daría una nueva dimensión que obligaría la gobierno a repensar o a negociar”, analizó León.
La oposición considera que tiene una mayoría a su favor. Un dato publicado este lunes justifica el optimismo: según la encuesta Venebarómetro, un 76,4% de los venezolanos considera que la gestión de Maduro al frente del gobierno ha sido “negativa”.