¡Más para luchar, más para defender!

La decisión por parte del presidente Obama de frenar las deportaciones de jóvenes que fueron traídos a este país cuando eran niños, y los padres indocumentados de cuatro millones de ciudadanos norteamericanos, es positiva. Pero su política todavía deja demasiadas personas vulnerables a ser detenidas y deportadas, destruyendo sus vidas y las de su familia, dejándolas en una situación injusta.

Además de seguir luchando para extender la protección a más personas, tenemos otro problema. La nueva política de Obama con respecto a las deportaciones, estipula que cada caso se evalúe a base de sus propios méritos. Si una persona no conoce sus derechos lo más probable es que lo van a deportar innecesariamente. Estamos seguros que existen agentes, y hasta supervisores en ICE que van a seguir deportando gente que deben ser protegida para aumentar sus números de arrestos y lograr avanzar en la agencia.

Debemos exigir que los medios de comunicación organicen una campaña educativa y trabajen con las organizaciones populares para establecer líneas directas de emergencia en el caso de que alguien sea arrestado, hay personas que puede contactar para recibir ayuda.

No hemos olvidado que Obama prometió promover una reforma migratoria integral en el Congreso en sus primeros 100 días como presidente, cuando contaba con la mayoría amplia de su partido en ambas cámaras. No nos hemos olvidado que incumplió dicha promesa. Tampoco nos hemos olvidado que su administración deportó a un millón en sus primeros dos años de su gestión, ni nos hemos olvidado de las familias que separó.

Aquí en México, todas las semanas encuentro personas deportadas y separadas de sus seres amados. Todas las semanas veo niños que son ciudadanos de los Estados Unidos a quienes les han negado el derecho de vivir y asistir a la escuela en su país porque sus padres fueron deportados.

En breve, somos una comunidad bajo ataque. Tenemos que mantener la guardia en alta. No tenemos el lujo de poder descansar. Le costó al congresista Gutiérrez un año de trabajo duro para lograr que el presidente aceptara que sí tiene el poder de poner alto a por lo menos algunas deportaciones. Pero el presidente cambió su posición, reconoció que sí tiene el poder, y estableció “nuevas prioridades” porque la Campaña para los Niños y Familias Americanas” que dirige, informó y unió a toda la comunidad latina. Obama se enteró que iba a perder el voto de millones de latinos si no utiliza la autoridad que ellos le habían dado con sus votos.

Yo creo que las próximas metas para nosotros deben ser: 1. Acabar con la regla que prohíbe que personas deportadas deben esperar 10 años para que sus esposas o esposos en EE.UU. consigan visas para ellas. 2. Lograr que los padres que han sido deportados y han regresado para apoyar a sus hijos, consigan alguna protección. 3. Poner fin a la práctica de involucrar a policías locales en la implementación de las leyes migratorias, lo que aumenta el “perfilamiento racial”. ¡Dejen saber a sus representantes elegidos que necesitan cumplir con nuestras demandas!

Debemos aprender de la experiencia del año pasado que sí tenemos poder, si nos organizamos y nos mantenemos unidos. Tenemos más para que luchar y muchos para defender, y lo podemos lograr.

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