Deportación de mexicana Lupita García es una prueba de “guerra” contra inmigrantes

WASHINGTON.- Como lo hacía desde hace ocho años, la mexicana Lupita García de Rayos se presentó anoche a su cita con ICE en Phoenix (Arizona) pero fue deportada este jueves a Sonora y, según denunciaron activistas, se ha convertido en una de las primeras “víctimas” de la “guerra” de la Administración Trump contra los inmigrantes.

En 2008, García de Rayos, de 35 años, “cayó” en una de las redadas del entonces alguacil del Condado de Maricopa, Joe Arpaio, por el uso de un número de Seguro Social falso y, al perder su apelación de una orden de deportación voluntaria, quedó en la mira de los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

El presidente Donald Trump ha dicho que su prioridad será la deportación de “criminales”, pero sus órdenes ejecutivas del pasado 25 de enero permiten prácticamente que todo indocumentado, con o sin antecedentes penales, quede expuesto a la deportación.  Bajo las nuevas órdenes, el uso de documentos falsos es considerado una infracción criminal.

Más de un centenar de activistas realizaron anoche una vigilia durante casi cuatro horas frente a la sede de ICE en Phoenix, y al menos siete fueron arrestados por bloquear la camioneta en la que iba detenida García de Rayos, quien fue deportada a Nogales, Sonora, esta mañana.

“(Ella) siempre supo en todo momento que había la posibilidad de que podía ser deportada”, pero no se espera su arresto, explicó en conferencia telefónica su abogado, Ray Ybarra Maldonado, quien ha descrito las medidas de Trump como una “guerra” contra los inmigrantes.

#GuadalupeGarcia looking at her son through the window of an #ICE van. Protestors are blocking the van to halt her deportation pic.twitter.com/MRtO0lqhGZ

— Gadi Schwartz (@GadiNBC) February 9, 2017

“Es un resultado directo de las nuevas órdenes ejecutivas… que realmente parecen atacar únicamente a comunidades inmigrantes y minorías”, dijo Ybarra Maldonado, quien recomienda ahora que quienes estén en la misma situación que su clienta busquen santuario en una iglesia, porque ICE podría deportarlos.

Después de 21 años de ausencia, García de Rayos  fue deportada pero sus dos hijos adolescentes, nacidos en EEUU, Angel y Jacqueline, permanecen en este país y con la incertidumbre de no saber si volverán a verla.

Activistas de grupos como Puente Arizona y Mijente.net montaron una campaña de apoyo en la redes sociales, e incluso pidieron la intervención del senador republicano de Arizona, John McCain.

UPDATE: Guadalupe's family updating community on the case. #Not1More #FreeLupita https://t.co/vboJsVSHz0

— Puente Human Rights Movement (@Puenteaz) February 9, 2017

Carlos García, director de Puente Arizona, dijo que los activistas habían esperado alguna declaración pública de McCain y que “mostrara la cara”, pero no ocurrió.

Ybarra Maldonado, sin embargo, precisó que la oficina de McCain sí estuvo en contacto con ICE, pero no obtuvo respuesta.

This morning, Lupita García de Rayos, a Phoenix area mother of two who came to the US when she was 14 reported to… https://t.co/8XT8SY1TTk

— NWDC Resistance (@NWDCResistance) February 9, 2017

La oficina de McCain en Washington no respondió a varias solicitudes de este diario para comentar sobre el caso.

Por su parte, el legislador demócrata de Arizona, Rubén Gallego, condenó el caso como un acto “indignante y espantoso” y que la Administración Trump debería centrarse en “verdaderos peligrosos” y en apoyar una reforma migratoria integral.

El caso “demuestra que, bajo el gobierno de Trump, uno puede estar rezando en la iglesia en un momento y ser detenido para deportación en el próximo”, se quejó Gallego.

COBERTURA ESPECIAL DE INMIGRACIÓN 

Respuesta del gobierno

Sobre el caso de García de Rayos, y la preocupación de que los inmigrantes se conviertan en sinónimo de “criminales”, una portavoz de la Casa Blanca, Sofia Boza, dijo a este diario que Trump “está cumpliendo con la promesa que hizo en la campaña, enfocándose primero en los criminales”.

Mientras, una portavoz de ICE, Yasmeen Pitts O´Keefe, confirmó que García de Rayos fue deportada poco antes de las 10 de la mañana hora local a través del puerto de entrada de DeConcini, y que la agencia coordinó su “repatriación” con autoridades consulares de México.

Según la portavoz, García de Rayos tenía una condena por el “delito grave” de “suplantación de identidad” –es decir, se hizo pasar por otra persona- y en julio de 2013 tenía una orden final de deportación.

Su caso tuvo “una revisión en múltiples niveles del sistema de tribunales de Inmigración… los jueces determinaron que no tenía base legal para permanecer en EEUU”, explicó.

Otra fuente de la Administración Trump, que pidió el anonimato, explicó a este diario que ICE tiene la tarea de arrestar a “inmigrantes criminales y demás individuos que violen las leyes migratorias de nuestra nación”.

García de Rayos “no es la primera en ser deportada bajo la nueva orden ejecutiva para mejorar la seguridad pública en el interior de EEUU…. Muchos otros individuos han sido removidos desde entonces (el 25 de enero), como parte regular” de las funciones de ICE, afirmó la fuente.

Sin embargo, la deportación de García de Rayos ha generado gran cobertura mediática y el rechazo unánime de grupos pro-inmigrantes porque ésta llevaba mucho tiempo en EEUU, tiene hijos nacidos en EEUU y, salvo el uso de documentos falsos, no tenía antecedentes penales graves.

Bajo las prioridades establecidas bajo la Administración Obama en 2014, García de Rayos no era una amenaza a la seguridad pública y no estaba en primera fila para la deportación.

Angelica Salas, directora ejecutiva del grupo angelino CHIRLA, dijo que el acoso de inmigrantes por parte de la Administración “es una señal de debilidad, no de fortaleza, pero parece que ICE está gozando su papel nuevamente fortalecido de separar a las familias”.
Salas pidió que el Congreso denuncie esta práctica y exija un alto a un “sin sentido”, y prometió que los activistas lucharán contra Trump “en las calles, en los tribunales, y en las urnas, para frenar esta barbaridad”.