Las bebidas mexicanas del Día de Muertos para calmar la sed del más allá
En México, el atole blanco, el chocolate de agua y el café de olla con piquete calman la sed a todos el Día de los Muertos
CIUDAD DE MÉXICO – Honrar la vida de quienes ya no están es el punto central de la celebración del Día de Muertos, la festividad de México nombrada, en 2003, Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En esta fiesta, la comida y la bebida se encuentran como parte fundamental de rituales que mezclan lo prehispánico con lo católico.
“En Oaxaca se tiene la tradición, como en muchas partes del país, de montar el altar de muertos en conmemoración a los familiares difuntos. Ellos vienen y visitan las casas con la finalidad de comer y visitar a quienes siguen con vida”, explica Alam Méndez, chef de Pasillo de Humo.
De acuerdo con la costumbre, los finados que vienen del más allá para visitar el mundo de los vivos tienen un largo recorrido y necesitan bebidas para mitigar su sed; por lo tanto, el agua es uno de los elementos básicos y refrescantes en las ofrendas, aunque no el único.
“Lo común es poner en los altares las bebidas que les gustaban: una cerveza, un mezcal o un cafecito de olla con piquete, que también se acostumbra en los velorios para aguantar la noche”, agrega el cocinero oaxaqueño.
Además del atole y el chocolate, en los altares de hoy en día persisten las figuras hechas de amaranto, los frutos, los tamales y el pan, muchas veces coloreados de rojo, tono que representa la muerte en distintas cosmovisiones indígenas.
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“En Oaxaca hacemos tamalitos, mole negro, calabaza en tacha y todo se deja en el altar ¿Pero quién se lo come? Los vivos, este día es una fiesta para los muertos que disfrutamos nosotros”, resalta Méndez.
Ofrendas para agradecer
Ofrendar es un concepto que existe desde la época prehispánica; los antiguos mexicanos guardaban una relación de reciprocidad con la naturaleza a través de la cual pedían y agradecían de manera continua, por ejemplo, la cosecha del maíz, según explica Cristina Barros, investigadora en cocina y cultura mexicanas.
“La festividad de los muertos en el santoral católico coincide también en muchas regiones de México con la cosecha del maíz, entonces, la ofrenda se vuelve un agradecimiento por ella, y los antepasados están intercediendo, además, ante la divinidad para que haya buenos frutos”, menciona la experta.
Atole blanco (4 porciones)
1 litro de leche + 1 raja de canela + 4 cucharadas de azúcar + 200 gramos de masa de maíz
Preparación
Calentar la leche con la canela y el azúcar.
Disolver, poco a poco, la masa para que no se formen grumos.
Mantener a fuego hasta espesar. Servir.
La receta original requiere masa de maíz sin nixtamalizar pero se puede sustituir por masa nixtamalizada aunque el sabor cambiará.
Chocolate de agua
(4 porciones)
1 litro de agua + 150 gramos de chocolate oaxaqueño
Preparación
Calentar el agua y disolver el chocolate.
Batir con molinillo y servir.
Chocolate-atole
(4 porciones)
1 litro de agua + 200 gramos de masa de maíz* + 2 cucharadas de maíz tostado y molido + 2 cucharadas de cacao tostado y molido + 1 taza de agua fría
Preparación
Calentar el agua y disolver, poco a poco, la masa para que no se formen grumos y hervir hasta espesar.
Reservar caliente.
Mezclar el maíz con el cacao y batir enérgicamente con el agua hasta formar espuma.
Servir el atole caliente y un poco de espuma encima.
Agua de calabaza támala (8 porciones)
1 calabaza támala mediana cortada en trozos + 1 bloque de piloncillo + 1 raja de canela + Hielos
Preparación
Colocar la calabaza, el piloncillo y la raja de canela en una olla.
Verter agua sólo hasta cubrir la calabaza y hervir a fuego bajo por 1 hora.
Retirar del fuego y retirar, con ayuda de una cuchara, la pulpa de la calabaza, mezclar con hielos y servir.
Café de olla con piquete (4 porciones)
1 litro de agua + 1 raja de canela + 1/2 bloque de piloncillo + 2 cucharadas de café molido + 4 caballitos de mezcal
Preparación
Hervir el agua con la canela y el piloncillo hasta disolver. Retirar del fuego y añadir el café.
Dejar reposar por 5 minutos y servir con el mezcal.
La receta original requiere masa de maíz sin nixtamalizar pero se puede sustituir por masa nixtamalizada aunque el sabor cambiará.
Recetas cortesía de Alam Méndez, chef de Pasillo de Humo.
Por Alejandro Dungla