Trump culpará a los videojuegos de crear violencia armada

Tras el tiroteo de Florida, las respuestas de Trump has sorprendido: desde dar armas a los profesores en las escuelas hasta todas las mentiras y contradicciones que verbalizó la pasada semana en una reunión con un grupo de bipartidistas.

Ahora el presidente ha cambiado el foco y culpa las industrias de videojuegos.

Según desvela The Daily Beast, este jueves, la Casa Blanca se reunirá con los fabricantes de los videojuegos para analizar el impacto que las imágenes violentas pueden tener en los jóvenes. Se cree que estas imágenes pueden desensibilizar a los adolescentes con respecto a las armas de fuego e incluso entrenarlos para que sean asesinos más efectivos.

La reunión se produce después de que durante semanas la Casa Blanca haya cambiado tantas veces de opinión en asuntos relacionados con el uso de las armas y una reunión a puerta cerrada de Trump con la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

La secretaria de prensa, Sarah Sanders mencionó la pasada semana que el presidente se reuniría con representantes de la industria del juego, señalando otro cambio en lo referente a las armas. Sin embargo, esta decision también se ha visto marcada por el desorden y la confusión interna.

Este anuncio ha tomado por sorpresa a los líderes de la industria de los videojuegos. Tras las declaraciones de la Casa Blanca, el Entertainment Software Association emitió un comunicado afirmando que no había recibido la invitación para la mencionada reunión del pasado jueves. Finalmente, la Administración contactó a los fabricantes y cuando éstos intentaron obtener más información sobre el encuentro se encontraron con multiples obstáculos.

Fuentes consultadas por The Daily Beast afirman que Trump ha luchado por mantener una semblanza de reunión seria. Gran parte del trabajo para este encuentro ha recaído en el Director de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca, Marc Short; y la Directora de Comunicaciones Estratégicas, Mercedes Schlapp.

En la industria del videojuego existe ahora la preocupación de que la Casa Blanca insista en televisar la reunion para que el presidente pueda crear una guerra cultural en video sobre las causas de los tiroteos en las escuelas.