¿Reapertura del operativo Rápido y Furioso beneficia a México?
MEXICO.- La reapertura de la información sobre el trasiego ilegal de más de 2,000 armas de Estados Unidos a México “supervisado’’ y mal logrado desde la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) bajo el nombre de Operativo Rápido y Furioso (Fast and Furious), podría ser más beneficioso que perjudicial para este país, coinciden analistas de seguridad.
El Departamento de Justicia de EEUU dio a conocer el jueves que ventilará los documentos del programa después de seis años de litigio con la Cámara de Representantes, tras la negativa de la administración de Barack Obama de dar detalles, luego de perder el rastro de las armas que terminaron en manos de cárteles de la droga y otras organizaciones criminales.
“Estados Unidos exhibirá con esos documentos su falta de colaboración para frenar el flujo de armas hacia México que tanto se le ha reclamado’’, observa Javier Oliva, analista de seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El 85% del armamento ilegal utilizado por las organizaciones criminales es comprado allá sin mayor problema, si se abre el caso es traer el tema otra vez a la mesa’’.
Vigente entre 2009 y 2011, Rápido y Furioso pretendía rastrear el armamento hasta el comprador final y así eliminar redes de contrabando, pero una vez en marcha, ATF les perdió el rastro. Luego, el asesinato de Brian Terry, agente de la patrulla fronteriza, quien falleció en 2010 por un arma adquirida a través del operativo, destapó la cloaca.
El entonces presidente Felipe Calderón negó haber tenido conocimiento de la operación y hasta describió que cuando capturaron a Jesús Enrique Rejón Aguilar “El Mamito’’ (un ex militar que se pasó al bando de Los Zetas) éste dijo que “los propios agentes que le vendieron las armas le dijeron cómo quitar el rastreador a los AK-47 y a los R-15.
Información posterior emitida por la Embajada de Estados Unidos contradijo al gobierno de Calderón y al decir que sí estaba al tanto, aunque nunca aclaró cuál era el nivel de participación.
“Investigar a fondo este caso será importante tanto para que no se vuelvan a cometer los mismos errores como para deslindar responsabilidades’’, agregó el analista de Seguridad Julian Andrade.
“Pero hay que estar atentos al tinte que le quiera dar Trump porque su agenda además de caprichosa siempre tiene tintes políticos, muy pocas cosas de sus decisiones tienen carácter técnico como si se veía con Obama y Clinton’’.