¿Cómo es tu relación espiritual con el dinero?
En los últimos meses he recibido más y más el mensaje a través de distintos medios de cómo Dios quiere que vivamos en abundancia y seamos prósperos. Veamos qué tenemos respecto a esto.
Desde libros que hablan sobre el tema que “de repente” aparecen ante mis ojos hasta párrafos en la Biblia, los ángeles me han entregado esa señal de la importancia de creer que Dios desea lo mejor para nosotros en esta vida como humanos y que ser prósperos es un derecho que tenemos, no un lujo.
La idea que tengas con respecto al dinero es vital, pues tus pensamientos y sentimientos son los creadores de tu vida. Si tú piensas y sobre todo crees que ‘alcanzar la plata es difícil’ o que ‘hay que sudar para conseguir el pan de cada día’, eso es lo que verás manifestado. Y si por el contrario, piensas y crees que Dios es la fuente de su abundancia y que tú puedes lograr tus sueños, eso es precisamente lo que se dará.
Si eres de esas personas que creen que el dinero es ‘malo’, ¡ésa es la energía que le estás impregnando a tus finanzas! O si cada mes reniegas cuando tienes que pagar los recibos de los servicios, estás atrayendo la energía de la dificultad para pagarlos.
Sin darnos cuenta, a cada instante estamos enviándole energía a nuestra economía. En vez de sentir frustración, mal genio o angustia cuando pagues tus recibos, agradece a Dios que has podido recibir y hacer uso de la electricidad, el agua, el teléfono, etc. Imprégnale agradecimiento al pago que haces pues te has beneficiado del servicio que las empresas te han entregado. Esto, aunque puede sonar un consejo muy simple o incluso tonto, funciona.
Trata de mejorar tu relación con el dinero. Quiérelo. No lo conviertas en el número uno ni en tu “dios”, pues esto no estaría bien, pero sí quiérelo. El dinero es energía, es el instrumento creado por los seres humanos para simbolizar el intercambio, así que imprégnalo de energía positiva.
Y no olvides lo más importante: sea lo que hagas en la vida, siempre piensa primero en el servicio que puedes ofrecer a los demás con ello, no lo que vas a recibir o ‘cuánto voy a ganar’ pues esta actitud no es tan magnética para la abundancia como la primera.
Los arcángeles Miguel, Uriel, Chamuel y Jeremiel nos ayudan a mantener ese equilibrio entre lo material y lo espiritual así que, si lo deseas, pídeles a ellos que te guíen hacia la mejor manera de manejar tu vida material para que no entre en conflicto con tu fe religiosa o parte espiritual.
*Ana Mercedes Rueda es la autora de los libros “¿Por Qué Pido y No Recibo?”, “El Cielo Te Habla” y “¿Por Qué No Fluye El Amor En Mi Vida?”. Ofrece además consultas individuales. Mayores informes: www.mensajedeangeles.com. @anamercedesrueda.