Primer veredicto en caso de locutora de radio asesinada en NJ con complicidad de su esposo médico
El Dr. James Kauffman murió en prisión en enero, en un aparente suicidio
Ferdinand Augello fue sentenciado ayer por la muerte de la locutora de radio April Kauffman, asesinada con la complicidad de su esposo en Nueva Jersey, en un supuesto complot para evitar que expusiera una banda de narcotraficantes.
Kauffman (47) fue encontrada muerta con dos balazos en su casa de Linwood en 2012. Los investigadores dicen que todo comenzó en 2011, cuando la presentadora de radio amenazó con divorciarse y exponer la supuesta operación de drogas que su esposo, el Dr. James Kauffman, dirigía con la pandilla de motociclistas Pagans Motorcycle Club.
El doctor murió en prisión en enero, en un aparente suicidio, tras ser acusado de liderar el crimen. “No podía vivir con el peso de la evidencia que se habría presentado contra él”, afirmó el fiscal Damon Tyner.
Según los fiscales, el Dr. Kauffman daba recetas a personas enviadas por Augello, a cambio de dinero.
Ayer, los jurados deliberaron durante dos horas antes de condenar a Augello por asesinato, conspiración, crimen organizado y otros cargos en el tiroteo de 2012. Augello, quien será sentenciado el 5 de diciembre, proclamó su inocencia cuando lo sacaron de la corte, diciendo: “No maté a la Sra. Kauffman, ni pagué a nadie para que la matara”.
Los fiscales del Condado Atlantic alegaron que Augello y el marido de la víctima querían impedir que ella expusiera un anillo de tráfico de la droga OxyContin, supuestamente dirigido por el médico y la pandilla de motociclistas.
Según los acusadores, otro hombre, Francis Mullholland, fue conducido armado hasta la casa de los Kaufman, donde las puertas habían sido dejadas abiertas. Mullholland, a quien las autoridades dijeron que le pagaron alrededor de $20 mil dólares por el asesinato, más tarde fue encontrado muerto de una sobredosis de drogas.
Augello también fue condenado por intentar que el Dr. Kauffman fuese asesinado tras las rejas.
Su abogada Mary Linehan cuestionó la confiabilidad de los testigos del estado y dijo que las pruebas apuntaban a Andrew Glick, un ex funcionario de pandillas que se había convertido en informante.
Además de Augello, otras seis personas han sido acusadas por un gran jurado en relación con este asesinato.