Denuncian caso de acoso sexual y abuso laboral en templo cristiano de Queens
Exmiembro de la iglesia Aliento de Vida de Corona, quien entabló acciones, asegura haber sido tachada como “hija del Diablo”, por reportar atropellos
En 2014 la comunicadora social Carolina Franco sintió que su vida necesitaba un cambio, y tras conocer sobre la iglesia cristiana Aliento de Vida, localizada en Corona, Queens, se volvió miembro de esa congregación, a la que acuden cientos de hispanos. Aunque la ecuatoriana confiesa que al principio se sintió “en la gloria”, pese a las múltiples “órdenes” que recibió para tener una transformación profunda, afirma que pronto todo cambió, y se vio envuelta en lo que ella misma describe como “los peores años” de su vida.
“Yo era miembro de la iglesia, y en agosto del 2014, me hicieron la propuesta de trabajar con el canal que ellos tienen (Aliento Visión), para ser productora de un programa, que se llama Actualidad Semanal. Yo acababa de hacerme cristiana. Estaba cambiando muchos parámetros de vida, desde mis amistades hasta mi manera de vestir, y aunque fue un proceso difícil, porque allá se usa la mayordomía, seguí las reglas y me sentía muy feliz”, comentó la periodista.
“Víctor Tiburcio, el pastor, me puso todo muy bonito y me dijo que el Señor me había escogido. El salario era justo, pero ellos no pagan horas extras. Nosotros hacíamos 45, 50 y hasta 55 horas semanales, y eso no se pagaba. Ellos dicen que esas horas son horas para Dios. Pero para mí el pago no era el problema, sino la situación difícil que empecé a afrontar por los malos tratos y abusos que me daba Luis González, el jefe que había traído el pastor desde Costa Rica”, contó la mujer.
La antigua hermana cristiana asegura que constantemente su jefe se refería a ella con todo tipo de palabras ofensivas, y no solamente la llamó “prostituta”, por llevar un vestido que dejaba ver un poco de piel en un evento, sino que en julio del 2017 las cosas cambiaron de tono, cuando afirma haber sido víctima de acoso sexual.
“Yo me le acerqué a preguntarle (a Luis González) que le pasaba conmigo y él cogió su mano derecha, yo tenía un vestido naranja de lino, me puso la mano arriba del seno izquierdo y empezó a sobarme, y me dijo: ‘yo a usted no la aguanto’. Le dije que iba a denunciarlo y me dijo que a mí nadie me iba a creer. Luego me dijo un día que si había cometido algún error alguna vez, que lo perdonara, porque todos éramos hijos del mismo Dios. En otras ocasiones, como seis o siete veces, me sobaba los brazos. Yo me sentí sucia, y aunque no dije nada de eso en ese momento, sí empecé a quejarme con el pastor sobre los malos tratos, a través de cartas”. dijo Franco, agregando que en vez de ayudarla, el pastor la acusó de “tener un espíritu que venía de algo maligno, el espíritu del diablo”. El 26 de febrero del año pasado, asegura que ya no aguantó más y se retiró.
Denuncia de acoso
Tras presentar su renuncia, y según dice, sintiéndose irrespetada y con la dignidad y el autoestima por el piso, la ecuatoriana interpuso inicialmente una denuncia de acoso contra su presunto agresor, en la comisaría 115 de la Policía en Queens. Luego asegura que instauró una queja formal ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado, no solo contra Luis González, sino también contra la iglesia y el canal de la congregación, Aliento Visión, para el que trabajaba.
En la denuncia, la querellante aseguró ser víctima de “prácticas discriminatorias ilegales relacionadas con el empleo” en violación al artículo 15 de la Ley Ejecutiva del Estado de Nueva York (Ley de Derechos humanos) por género.
“Yo no tengo ninguna queja de abuso sexual contra el pastor Tiburcio. Es más, él tiene una regla de que cuando una mujer vaya a hablar con él, tiene que estar el esposo y es un hombre muy respetuoso, pero siento que él permite abusos y el irrespeto a la mujer. Cuando me quejaba, él me decía: ‘así alguien te pegue o lo que sea, tienes que poner la otra mejilla para que te siga pegando’”, aseguró la denunciante, quien lo señala de haber hecho una campaña de desprestigio en su contra y de manifestar que el movimiento #MeeToo es asunto del diablo.
“El pastor dice que yo estoy buscando dinero, pero lo que estoy buscando es justicia. Nadie me va a devolver esos años para atrás, que destrozaron mi vida. Desde entonces tengo que asistir a terapias con sicólogo. Tengo ansiedad y no he querido estar con mi esposo”, dijo la mujer, agregando que está trabajando con sus abogados para presentar en los próximos días una demanda en la corte federal de Nueva York.
Otro antiguo miembro de la congregación, quien pidió mantenerse en el anonimato, aseguró que la iglesia Aliento de Vida hace trabajar de más a algunos de los “siervos” con la idea de que esas horas no pagas “honran a Dios”, pero negó haber sido testigo de hechos de acoso sexual.
“Allá el pastor se cree Dios, porque siempre está juzgando lo que es correcto y lo que no, y muchos terminamos cayendo y dejándonos manipular y soltando los chelitos (dinero) en el diezmo y lo hacen trabajar a uno de gratis diciendo: ‘ayúdame aquí’, ‘ayúdame acá que es pa’ Dios’, pero nunca supe de cosas sexuales”, dijo el dominicano. “Yo me salí y aprendí que cuando a uno le enseñan que Dios es castigador, que el diablo se le va a meter a uno por pensar diferente, y que cuando uno no piensa igualito al pastor es porque uno tiene un espíritu, porque eso sí lo oí yo, varias veces él diciendo eso de muchos hermanos, hay que dudar de las intenciones que ellos tienen pa’ tenerlo a uno como una ovejita”.
La Policía confirmó las denuncias de la comunicadora y aseguró que el año pasado recibieron la queja, pero la denunciante no levantó acusaciones específicas por el incidente sexual.
“Hay un reporte por acoso (violación) presentado el 26 de febrero de 2018. La autora declara que su supervisor la abusó verbalmente. No hay ninguna indicación en el informe donde la víctima declare que hubo abuso sexual”, dijo la detective del NYPD, Sophia Mason.
Una fuente de la Comisión de Derechos Humanos estatal aseguró que ese organismo no emite comentarios sobre sus casos, y advirtió que para conocer detalles del proceso, era necesario levantar una solicitud (FOIL), basada en la Ley de Libertad de Información para obtener la divulgación de esos datos. Enviamos la solicitud el pasado 20 de marzo, y a través de un comunicado, la Comisión confirmó que la recibió, pero advirtió que “debido al número sustancial de solicitudes FOIL recibidas por la División”, su respuesta podría tardarse incluso hasta el 8 de mayo.
Periodista Carolina Franco, 38, tiene un caso de abuso sexual contra la iglesia Aliento de Vida en Queens.
La iglesia se defiende
El Diario contactó al director de la iglesia señalada para tener una entrevista sobre las acusaciones en su contra, pero la congregación prefirió emitir un comunicado, por recomendación legal, asegurando que el caso no ha concluido. Sobre Luis González, el presunto acosador, no se refirieron, pero ya no forma parte de la congregación y aseguran que se regresó a su país de origen.
“En respuesta a lo que nos preguntó acerca de las argumentaciones de la señora Carolina Franco, al consultar con nuestros abogados, esta es la respuesta que se nos ha autorizado, ya que este es un caso pendiente y hasta ahora no nos han llegado legalmente nuevas alegaciones: Carolina Franco se quejó de muchas cosas relacionadas con su presunto acosador. Sin embargo, en ningún momento ella nunca planteó la preocupación sobre asalto sexual o algo similar en contra de Luis González (o el presunto acosador)”, aseguró el pastor Víctor Tiburcio. “Aliento Visión sostiene vehementemente que sus reclamos son fabricados y no tienen ningún mérito”.
Entre tanto, Peter Brancato, vocero del Departamento de Trabajo del Estado, aseguró que aunque actualmente no hay ninguna denuncia laboral contra Aliento Visión, “cualquier persona que desee presentar una queja de robo de salario, puede llamar al 1-888-4-NYSDOL”.