Nueva regla de Trump permitiría a ICE deportar hasta 297,000 inmigrantes
El secretario de Seguridad Nacional deja claro: "Si no tiene derecho legal a estar aquí, lo deportaremos"
El Gobierno del presidente Donald Trump publicó la nueva regla que, según estimaciones, permitiría deportar –sin necesidad de un proceso en cortes– hasta 297,000 inmigrantes indocumentados que llevan viviendo menos de dos años en cualquier parte del país.
El secretario interino de Seguridad Nacional (DHS), Kevin McAleenan, anunció que este procedimiento de “remoción acelerada” fue necesaria para ayudar “a aliviar algunos de los problemas de carga y capacidad” en el proceso de extranjeros que ingresan al país y solicitan asilo.
“La nueva designación agrega una herramienta más para el DHS… para enfrentar la actual crisis de seguridad y humanitaria en la frontera sur y en todo el país”, expresó McAleenan en un comunicado. “Hemos superado el punto de ruptura y debemos tomar todas las medidas apropiadas para hacer cumplir la ley, a lo largo de las fronteras de los Estados Unidos y en el interior del país. Esta disposición deja en claro que si no tiene derecho legal a estar aquí, lo deportaremos”.
El DHS recuerda que la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, en inglés) otorga al Secretario la capacidad de establecer reglas para actuar con determinado tipo de extranjeros, en conformidad con una reforma de 1996.
“Esta capacidad se ha utilizado muchas veces, incluso en un aviso de 2002 que aplicaba el alcance completo de la remoción acelerada a ciertos extranjeros encontrados en cualquier lugar de los Estados Unidos hasta dos años después de su arribo vía marítima”, justifica el Departamento. “La nueva designación armoniza la expulsión acelerada para los extranjeros que llegan por tierra”.
Se especifica que aplicará a quienes tienen hasta 14 días de haber ingresado al país y residen a no más de 100 millas de las fronteras, así como a los extranjeros indocumentados que llevan hasta dos años y residen en cualquier parte de los Estados Unidos.
La disposición de la Administración Trump se publicó este martes en el Registro Federal, mismo día que entra en vigencia.
Se agrega que los niños extranjeros no acompañados no están sujetos a esta norma de expulsión acelerada, además de que cualquier extranjero que exprese su intención de solicitar asilo o que exprese su temor a la persecución, a la tortura o a regresar a su país, será remitido para una entrevista con un oficial de asilo.
El Instituto de Política de Migración estima que de los más de 11 millones de indocumentados en el país, al menos 297,000 entrarían en los criterios de expulsión acelerada.
La Coalición de Inmigración de Nueva York criticó la medida, la cual considera como un poder ilimitado para agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para capturar a cualquier sospechoso.
“Trump ha duplicado su retórica racista de ‘enviarlos de vuelta’ con una nueva regla que otorga al ICE permiso ilimitado para establecer perfiles raciales, separar a las familias y deportar a personas… sin el debido proceso, la capacidad de apelar o cualquier la supervisión”, alertó Steven Choi, director ejecutivo de la Coalición. “Este es un ataque más diseñado por el Gobierno de Trump para utilizar a los inmigrantes como peones políticos en su insensible campaña de reelección. El legado de esta grave injusticia seguirá siendo una mancha para nuestra nación durante las próximas décadas”.
La organización RAICES se sumó a las críticas contra la nueva política, la cual calificó de “devastadora” para la comunidad inmigrantes.
“(Habrá) miles de deportaciones sin el debido proceso”, alertó en un mensaje en Twitter. “Esto tendrá consecuencias devastadoras. Necesitamos construir puentes en las comunidades que darán la bienvenida con los brazos abiertos a los recién llegado. NO (necesitamos) crear temor y pánico en nuestras comunidades inmigrantes con estas políticas”.
Sarah Pierce, analista del Instituto de Política de Migración, dijo a Think Progress destacó que uno de los principales problemas con el nuevo lineamiento es que los agentes de ICE pedirán a los extranjeros pruebas de residencia por más de dos años, a fin de evitar su detención, lo cual será complicado, ya que la mayoría de los indocumentados justamente buscan evitar dejar rastro de su residencia.
“Parte de la naturaleza de no estar autorizado de vivir en los Estados Unidos es tratar de hacerlo sin un rastro de papel”, dijo Pierce. “Es muy, muy poco probable que los inmigrantes tengan con ellos documentos cuando se encuentren con un oficial de ICE, que (puedan) demostrar que han estado en el país por más de dos años”.
En el mismo sentido se expresó Anand Balakrishnan, experto de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que afirmó a NPR que la organización impulsará acciones legales contra la medida.
“La única forma de estar fuera de esto es que una persona demuestre que ha estado aquí por dos años o más. Tener esa evidencia todo el tiempo con ellos”, expuso.
Agregó que eso es casi imposible, lo que pondría a miles de personas más de las proyectadas en riesgo, no solamente los 297,000 inmigrantes estimados, debido a que han estado en el país máximo dos años.