A Meghan Markle y a su príncipe les pesa la mala fama que ahora poseen
Los duques de Sussex han perdido mucha popularidad por sus excesos económicos
La polémica en torno a la decisión de Harry y Meghan de utilizar jet privados durante sus vacaciones de agosto se calmó ligeramente una vez aclarado que dos de los vuelos en cuestión se los había reservado su amigo Elton John y que las emisiones de carbono emitidas durante el viaje habían sido compensadas con la debida contribución a la organización Carbon Footprint. Sin embargo, a nadie se le escapó que unos días más tarde la familia al completo de los duques de Cambridge optó por una aerolínea ‘low-cost’ para trasladarse a Escocia, por eso de que las comparaciones son odiosas.
Aunque los duques de Sussex optaron por no responder directamente a las críticas, como suele ser su costumbre por otra parte, ahora parecen haberse propuesto demostrar con su última salida pública que los rumores sobre su lujoso estilo de vida no son ciertos. Este lunes, aprovechando que se trataba de un día festivo en Reino Unido, el matrimonio acudió a un pub cercano a su nuevo hogar de Frogmore Cottage para disfrutar de uno de los típicos asados ingleses en un menú que les costó $20.00 por cabeza.
Dos testigos presenciales -otra pareja que acudió a comer al local, llamado The Rose & Crown- han desvelado al periódico The Sun que el resto de comensales apenas se percataron de su presencia a pesar de que iban acompañados por el pequeño Archie, que se comportó de manera ejemplar, por dos miembros de su equipo de seguridad y por una tercera persona que se sentó a la mesa con ellos. Según ese mismo testimonio, el personal del pub -que se encuentra a diez minutos en coche del hogar de Harry y Meghan- actuó con total normalidad en torno a ellos y parecía bastante acostumbrado a su presencia, lo que desvelaría que son clientes habituales del lugar.