SB 1070: focos rojos para Obama
Si la Corte Suprema avala todas o algunas de las provisiones impugnadas de la ley SB 1070 de Arizona, el presidente Obama sumará un nuevo revés de cara a la población hispana y el voto latino, como lo han sido la falta de reforma migratoria y el auge de las deportaciones.
La Corte Suprema realizó en días pasados audiencias con el objetivo de decidir si la ley SB 1070 de Arizona —que criminaliza a los indocumentados en ese estado e implica amenazas de discriminación y racismo contra la comunidad hispana— es contraria a la legislación federal por inmiscuirse en el ámbito de la inmigración.
El gobierno federal considera que es su facultad exclusiva la formulación y aplicación de leyes en los campos que la Constitución le reserva, por lo que en este caso específico la SB 1070 estaría invadiendo su competencia. Con ello, se estaría minando la autoridad y jurisdicción federal y mermando su capacidad de acción.
Con todo, durante las audiencias pareció por momentos que varios de los jueces de la Corte Suprema consideraron que el gobierno no estaba argumentando de forma convincente su oposición a la SB 1070, lo que podría ser una señal de alerta no sólo para los inmigrantes (ante un posible aval, amplio o parcial, a las disposiciones impugnadas de la SB 1070) sino para la propia administración de Obama.
Cuando el voto hispano es de gran relevancia en el desenlace de la elección presidencial, si el gobierno federal no es capaz de defender cabalmente lo que considera son espacios de su competencia en materia de inmigración y la Corte mantiene a flote la SB 1070, Obama sufriría un revés estrepitoso.
Sin reforma de inmigración (que Obama no logró ni cuando tenía mayoría demócrata en ambas cámaras), con deportaciones a nivel récord y, ahora, con un posible saldo incómodo ante la SB 1070, el appeal del presidente ante los hispanos, ya deslavado, podría disolverse.