Cómo el barrio Tepito se convirtió en la mayor bodega mexicana de armas traficadas desde Nicaragua
El contrabando de armas a México toma nuevas rutas tras el cierre de la frontera con Estados Unidos
Alias “El Ñengo” o “El Chilango”, un expolicía de la Ciudad de México que ahora recorre las calles de un barrio popular vendiendo abiertamente armas de distinto calibre, ha confirmado los miedos de muchos: Tepito se ha convertido en la bodega mexicana más grande de armas contrabandeadas desde Centroamérica, ha informado el diario El Universal.
Tepito, un barrio ubicado cerca del Centro Histórico de la Ciudad de México, es ahora el destino de camiones con armas que llegan al país luego de que las autoridades reforzaran la seguridad en la frontera con Estados Unidos.
“Todos vienen marcados. Traen un sello específico que cuando los ve la policía no los paran”, ha dicho el exoficial.
Hace menos de dos meses la Secretaria de Relaciones Exteriores de México dijo que aproximadamente entraban de manera ilegal 200,000 armas por año al país desde Estados Unidos.
El sitio web de periodismo investigativo InSight Crime ha reportado que entre 2013 y 2018, el 70% de las 96,036 armas de fuego recuperadas por las autoridades de México y entregadas para su rastreo a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, en inglés) resultaron ser procedentes de Estados Unidos, según datos oficiales del gobierno.
“Solo en 2018, los datos muestran que la mitad de las 16,343 armas recuperadas en México y rastreadas por la ATF eran de factura estadounidense”, ha añadido InSight Crime.
A pesar de los controles y las confiscaciones, los traficantes han encontrado nuevas rutas desde Centroamérica luego de que el gobierno estadounidense cerrara la frontera con México para frenar el flujo de migrantes.
“Yo le vendo armas tanto a los narcos y a la policía, como a servicios de inteligencia y hasta a grupos de sicarios. Al que me pida les vendo porque es una feria (dinero)”, ha agregado “El Ñengo”.
Camiones cargados con pistolas y rifles, como el AK-47, salen de Nicaragua, pasan por las fronteras con Guatemala y Belice por vías terrestres antes de culminar su trayecto en Tepito.
Las armas llegan desmontadas a México, camufladas en los dobles fondos de los camiones de carga y otros con pasajeros.
Según el diario, los camiones arriban “con la bendición” de autoridades corruptas que reciben sobornos para hacerse los de “la vista gorda”.
Una vez que las armas están en Tepito son preparadas para la distribución clandestina en el país.
“Cada ocho o 15 días me toca ir a Quintana Roo en avión (para surtir); hay ocasiones en que me toca ir a las 10 de la mañana y a las 12 ya estoy aquí [en Tepito], pero todo es con permiso”, ha dicho “El Ñengo” agregando que puede llegar a ofrecer 281 tipos de “juguetes”, como le dice a las armas.
El arsenal repartido desde Tepito incluye armas de bajo calibre, rifles de asalto, lanza granadas y granadas de fragmentación, así como rifles Barrett calibre .50.
De acuerdo con “El Ñengo”, Tepito se convirtió en la bodega porque es fácil sobornar a las autoridades: “Por cada camioneta que entra les das 2,000 pesos [$100 dólares] (a los policías) … y nadie se mete contigo. Los que están de Seguridad Pública igual, pasan por su renta y te dejan hacer lo que quieras, igual con la droga”.
El hombre ha agregado que si el vehículo es un camión grande, el costo sube a 5,000 pesos.
En las últimas semanas, el costo de las armas se ha duplicado ya que ha aumentado el riesgo de la venta ilegal debido a las operaciones llevadas a cabo por la Guardia Nacional.
Editado por Alexandra Plazas