Merenguero Omega de nuevo en líos: ahora lo acusan de darle “galleta” a menor en cabaña de República Dominicana
"Me rompieron la cara", alega el jovencito en un video
Otro incidente de violencia implica al merenguero Omega en República Dominicana luego de que un menor denunciara públicamente que el artista le desfiguró la cara.
El joven, quien además señaló al equipo de seguridad del cantante por el hecho, denunció a medios en ese país el presunto ataque encabezado por el artista.
El cantante, cuyo nombre de pila es Antonio Peter de la Rosa, se encuentra en libertad condicional desde diciembre de 2018 en el caso por violencia doméstica en su contra.
Esto ocurrió luego de que la jueza de la primera sala penal de Santo Domingo acogiera un recurso de habeas corpus incoado por sus abogados.
En la reciente denuncia, un adolescente, alega que -por error- ingresó, el pasado 23 de septiembre, en una cabaña en Santiago donde el merenguero se estaba alojando sin saber que éste se encontraba en el lugar.
“Yo les dije, perdón me confundí, y él me dio una galleta”, aseguró el muchacho de acuerdo con el reporte este miércoles de Diario Libre.
“El me tiró una galleta, y yo le dije: ‘excúsame que fue equivocado’…y, cuando salgo para afuera, yo ando con un ‘motoconcho’, me frenó, y me dijo: qué es lo que tu buscabas en la habitación de Omega.Le dio un botellazo al amigo mío y otra a mí”, narró la presunta víctima.
El joven señaló que aún tiene las cicatrices de los golpes.
Según su versión, como él y su familia son fanáticos del cantante y no quieren verlo preso nuevamente accedieron a un acuerdo que no cumplieron. “Él me dio $800 dólares como adelanto y me dijo que me arreglaría la cara, pero se desentendió. Yo no quiero hacerle daño, soy su admirador”, argumentó el joven.
La madre agregó que lo que buscan es que Omega cumpla con el resto del convenio.
“La primera galleta se la dio Omega, y la seguridad de él le desbarataron la cara, y yo necesito justicia; o, que si quieren, que me le hagan una cirugía, él tiene la cara desbaratada…”, insistió la progenitora.