Vicepresidente Mike Pence usa el fantasma de Chávez para atacar a Bernie Sanders
El candidato socialista lidera las encuestas de las primarias demócratas en California
“Enfrentar al ”: ese fue el llamado del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, al publicar este lunes un video en su cuenta de Twitter que muestra varias secuencias del segundo discurso del presidente, Donald Trump, sobre el Estado de la Nación el pasado 5 de febrero: “Nos alarman nuevos llamados a adoptar el socialismo en nuestro país. Estados Unidos se fundó sobre la base de la libertad y la independencia, no la coerción gubernamental, la dominación y el control. Nacimos libres, y seguiremos libres” (…) “Estados Unidos nunca será un país socialista”.
En el video luego aparece una secuencia de una vieja entrevista de Hugo Chávez, el presidente venezolano fallecido en 2013. Chávez fue el máximo líder del chavismo, movimiento político que sigue gobernando ese país y que se inspira en una mezcla de ideas populistas, además de principios marxistas y socialistas fuertemente influenciados por el modelo comunista cubano.
Allí se afirma que el dirigente venezolano impulsó un socialismo “democrático” en su país y luego aparece una escena de la entrevista que en 2010 Stephen Sackur, periodista de la BBC, sostuvo con el mandatario en la que dice: “Por eso el único camino para salvar al mundo es el socialismo (…) socialismo democrático y en democracia. Esa es la palabra clave, democracia, el poder del pueblo”.
America will NEVER be a socialist country. pic.twitter.com/wsvPw6ueoj
— Mike Pence (@Mike_Pence) January 13, 2020
En el marco de la actual campaña presidencial estadounidense, pareciera que el video de Pence busca afianzar la figura de Trump —quien busca reelegirse en medio de múltiples dificultades políticas como el proceso de juicio político en su contra— como el adalid de los valores tradicionales y criticar a las corrientes políticas demócratas que proponen una visión más progresista de la gestión pública, no en vano el cierre del video muestra el rostro del senador de Vermont, y actual precandidato demócrata, Bernie Sanders quien desde hace años se ha declarado públicamente como un socialista demócratico.
Sin embargo, varios expertos aseguran que no es posible comparar las propuestas de políticos estadounidenses como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez con las gestiones de líderes populistas como Chávez quien murió ejerciendo la presidencia y forjó un proceso político caracterizado por la preservación del poder con el uso de estrategias como los referendos, la reelección indefinida y el uso de los programas sociales como un mecanismo de control político y clientelar.
¿Qué es el socialismo?
En la actualidad, el socialismo ha devenido en un término bastante genérico que incorpora tendencias muy diversas que abarcan un amplio abanico de ideas que van desde el comunismo y anarquismo pasando por diversas formas de utopismo hasta la social democracia. Surgido hace 200 años, el socialismo utópico, su primera corriente, enfatizaba la justicia como la solución de la cuestión social que es como se le llamaba a la necesidad de ocuparse de las necesidades de las clases desposeídas.
“Así como el liberalismo enfatiza la libertad o el conservadurismo el orden lo que, en esencia, propone el socialismo es entender la justicia como la solución de los problemas sociales”, explica Carlos Illades, académico mexicano de la Universidad Autónoma Metropolitana y experto en la historia del socialismo. “El socialismo puede optar por la vía pacífica y gradual que sería la perspectiva social demócrata o la tendencia revolucionaria como sería el comunismo caracterizado por, entre otras cosas, el control del Estado. El socialismo hace énfasis en hacerse cargo de la cuestión social y, por tanto, del problema de la desigualdad”.
¿Qué es el socialismo democrático que proponen dirigentes estadounidenses como Sanders y Ocasio-Cortez?
“El socialismo democrático es un movimiento progresista dentro del sistema democrático, no busca saltarse las normas como es el caso de Chávez, por ejemplo”, afirma Anita Isaacs, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Haverford. “Lo que propone es un cambio hacia una visión más colectiva del pueblo con el fin de compartir la inequidad, lo que se define en ciencias políticas como la democracia sustantiva”.
Para muchos analistas esta corriente cobró impulso en 2015 cuando Bernie Sanders decidió enfrentar a Hillary Clinton y desarrolló una campaña basada en proponer medidas que aminoraran la desigualdad que caracteriza a la sociedad estadounidense, así como abogar por la provisión estatal universal de bienes públicos como la asistencia sanitaria y la educación que son los principales núcleos de su discurso político.
Un elemento interesante es que Sanders desafió décadas de estigmas contra las ideas de izquierda y se declaró públicamente como “socialista democrático”, con lo que se apartaba definitivamente del discurso de la Guerra Fría y ganó la aceptación de los jóvenes estadounidenses que, según diversos estudios y encuestas, tienen una visión positiva del socialismo porque lo asocian más con el Estado de bienestar de los países escandinavos que con la Unión Soviética.
El partido demócrata de Estados Unidos agrupa diversas tendencias ideológicas y, según los especialistas, generalmente los liberales son considerados como socialistas radicales (simpatizantes del comunismo en el imaginario de la Guerra Fría) por proponer medidas que buscan atender o aminorar los problemas sociales, pero sin que eso sea comparable a medidas radicales como las impuestas por populistas como Chávez quien subvirtió la institucionalidad de su país llegando a convertir al aparato militar en un sector más de su partido.
“El video de Pence busca revivir el miedo al socialismo que representa Sanders, lo que en la Florida le garantiza un triunfo por el apoyo de los republicanos e independientes conservadores”, explica María Puerta-Riera, profesora de Ciencias Políticas en el Valencia College de Florida. “Pero entre los demócratas moderados y el sector de izquierda, las diferencias son sustanciales. Entre los moderados, hay temor por Sanders, de manera que ese mensaje de Trump puede tener algún impacto sobre ellos”.
En 2016, Sanders se convirtió en una auténtica celebridad que logró 13 millones de votos en las primarias demócratas y, aunque no ganó la nominación, entró en el selecto grupo de los políticos más populares de su país. Ha mantenido sus propuestas y diseñó dos estrategias para proveer un programa de nacional de seguro gratuito (Medicare forAll), suministrar educación pública gratuita (CollegeforAll que incluye la cancelación total de la deuda universitaria que tienen más de 44 millones de personas) y el Green New Deal (GND) que busca combatir la crisis climática global mediante la transformación de la estructura energética del país en una que sea 100% renovable.
Este año ha vuelto a postularse y pelea por el liderazgo en las encuestas demócratas con el ex vicepresidente Joe Biden. Además ha recibido el apoyo las voces más progresistas en el Congreso como son los casos de Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ocasio-Cortez.
¿Se puede comparar al socialismo democrático con los regímenes socialistas más radicales?
Según diversos analistas la respuesta es negativa. Todas las propuestas de los abanderados del socialismo democrático apuntan a combatir la desigualdad desde diversas estrategias que, en el plano de las ideas porque aún no se han implementado, se vinculan más con los modelos europeos que con el populismo latinoamericano encarnado por figuras como Chávez, Lula Da Silva o Cristina Fernández de Kirchner.
“Se trata de algo absolutamente fuera de lugar porque es el discurso de la Guerra Fría y se nota que en Estados Unidos, a falta del enemigo comunista, ahora todo lo quieren englobar dentro del término populismo”, asevera Illades. “Cualquier reflexión o intento de mejorar la condición de los más desprotegidos es algo tratado como populismo y entonces se descarta de manera obligada”.
Según Illades, lo que los líderes del socialismo democrático plantean es una revisión al New Deal impulsado por Franklin D. Roosevelt para reactivar el consumo, la reinversión y reimpulsar el sistema financiero y productivo estadounidense después del crack de 1929. “Tampoco es algo inventado o externo, ellos se están refiriendo a sus antiguas tradiciones políticas”, comenta.
“El video de Pence es absurdo porque es como meter al coco, a un fantasma, en el debate electoral, Sanders tiene una visión progresista pero totalmente demócrata que funciona dentro del sistema y Chávez continuamente le faltaba el respeto a las reglas democráticas”, explica Isaacs. “Esta es una visión totalmente distinta al comunismo que hemos visto en Rusia y sus países satélites, o al régimen de Castro en Cuba o el actual gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela”.
Para Puerta-Riera, en los actuales discursos de la derecha (liberal) y la izquierda (socialista) existen muchas similitudes porque, en el fondo, la ideología cumple una función accesoria porque lo que cuenta es el poder y esa situación se está experimentando con gran intensidad en los sistemas políticos de Europa, Estados Unidos y América Latina. “El centro, es decir, los moderados no tienen cabida, en estos momentos. Es por eso que un político como Trump tiene más probabilidades de ganar”.
(Por Albinson Linares)