Inmigrante que fue empleado de Trump está a las puertas de la deportación
El padre de un niño de 12 años y de otra de 8 (con una grave enfermedad) entró al país con autorización
Un inmigrante rumano que entró al país con autorización y trabajó para Donald Trump en varias ocasiones y en distintos puestos, lleva más de un año y medio encarcelado en Tallahassee, Florida, y a la espera de recibir la orden de deportación.
Zoltan Tamas, que se ganó un visado con una lotería para vivir junto con su familia en Estados Unidos, continúa detenido en una cárcel cerca de Tallahassee, según confirmó su esposa, Alina Rogozan, al medio digital The Palm Beach Post.
“No hemos visto a Zoltan desde julio de 2018”, se quejó Rogozan, de acuerdo con lo que publica este martes el medio local.
“El proceso es simplemente ridículo”, agregó la esposa del rumano, madre de un adolescente y de una niña con un serio problema de salud.
Tamas, de 38 años, fue detenido por las autoridades federales debido a un “dudoso cargo” presentado en Rumania.
Los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) vieron una violación de fraude de seguros del rumano en su expediente y lo citaron a una entrevista, dijo al The Palm Beach Post Mario Urizar, un abogado de inmigración en Miami.
Su historial laboral en los Estados Unidos incluye períodos como guardia armado en el Club Mar-a-Lago, en Palm Beach, y en el Trump National Golf Club, de la localidad de Júpiter, también en el condado de Palm Beach, a unos 120 kilómetros al norte de Miami.
Allí Tamas trabajó además como conductor de la familia Trump, según el medio digital.
Más recientemente, fue conductor de un servicio de automóviles “operado por un miembro activo de la fuerza policial de West Palm Beach”.
El rumano, que se ha perdido el 12 cumpleaños de su hijo y el octavo de su hija, operada a corazón abierto por un padecimiento congénito, se encuentra en detención federal desde hace 19 meses y enfrenta una orden de deportación a Rumanía.
Estaba previsto que Tamas fuera deportado en abril de 2019, pero Urizar ganó un aplazamiento y desde entonces el rumano ha permanecido en la cárcel.
“Su detención no es razonable”, dijo Urizar. “Está tardando demasiado”.
La esposa del inmigrante ha estado presionando para que sea liberado y se reúna con su familia en West Palm Beach.