Pandillera de Bloods liberada por “compasión” se pasea por Long Island y Brooklyn pese a arresto domiciliario
Cámaras de seguridad la dejan al descubierto
Presa liberada por compasión viola reglas de distanciamiento social en Nueva York. Crédito: Suffolk Police | Cortesía
A una pandillera de Bloods que había sido liberada de una prisión en Nueva York debido a la crisis por coronavirus la regresaron a la cárcel por violar las reglas de distanciamiento social que se le impusieron.
Katarra Jackson, de 37 años, se encontraba bajo arresto domiciliario en Long Island desde el 13 de abril.
La rea “liberada por compasión” en medio de la pandemia por coronavirus enfrenta cargos federales de drogas junto a otros miembros del grupo criminal en East End. La acusada había permanecido unos 17 meses encarcelada antes de su breve liberación este mes.
Las autoridades judiciales tomaron la decisión de volver a encerrar a Jackson luego de examinar la evidencia de fiscales que captaron los movimientos de la fémina que se extendieron hasta Brooklyn.
La presunta pandillera se le ve por las calles sin mascarilla ni otro equipo de protección a pesar de las órdenes que se le impusieron.
“Como las fotos demuestran claramente, Jackson interactúa con múltiples personas, en múltiples vehículos y entró a un deli sin la menor intención de protegerse a él, y más importante aún, a los otros de la posible transmisión y contracción del virus”, se indica en una carta enviada a la jueza que ve el caso en la Corte Federal de Brooklyn, Joanna Seybert.
Varias de las fotos fueron tomadas en Mastic, LI, pocas horas después de que la prisionera fuera liberada, de acuerdo con el reporte de Fox News. A pesar de las supuestas condiciones respiratorias que alegó padecer, a la mujer se le ve fumando en varias instancias.
Los fiscales cuestionaron además que la procesada no se sometió a la prueba de COVID-19 que le fue requerida.
En su petición para salir en libertad, Jackson expuso que padecía de varias condiciones que la hacían más vulnerable a contraer la enfermedad en la cárcel, como diabetes, obesidad y asma, entre otras.
