Mexicano indocumentado que llegó con 13 años a EEUU consiguió asilo pero lleva 18 meses detenido
ICE trató de deportar a Francisco Morales Torres pero la magistrada le otorgó la protección por el riesgo a ser torturado en su país de origen
El mexicano Francisco Morales Torres permanece en un centro de detención de Wisconsin a pesar de haber recibido asilo en Estados Unidos. Ahora, activistas y abogados del Centro Nacional de Justicia para el Inmigrante reclaman a la justicia federal su libertad inmediata por violar su derecho al debido proceso y por el riesgo que representa la pandemia del coronavirus.
“Ha pasado más de un año y medio y su situación debe resolverse“, declaró este lunes a Efe la abogada del Centro, Keren Zwick, quien espera respuesta a un habeas corpus que presentó ante la Corte Federal del Distrito Este de Wisconsin.
El recurso fue presentado el 29 de abril y el Gobierno comunicó su oposición al día siguiente, por lo que ahora se aguarda una resolución del juez asignado al caso, informó.
En su opinión, la prolongada detención de Morales no solamente viola su derecho constitucional al debido proceso, sino que además lo expone a contagiarse de COVID-19 en la cárcel del condado de Dodge, donde se encuentra.
“A lot of us in here already didn’t know when we were going to see our families again, but now with the coronavirus, there’s an added fear of dying,” Francisco Morales Torres said in a phone call from Dodge County jail Wednesday. https://t.co/XNUeOPMAGV
— Chicago Sun-Times (@Suntimes) April 29, 2020
Morales, de 26 años, vive indocumentado en Estados Unidos desde los 13, y en septiembre de 2018 fue detenido por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), que inició el trámite para su deportación.
Según lo informado, en abril del año pasado una juez de inmigración le concedió asilo con base en su temor de ser perseguido en México por su orientación sexual y una enfermedad psiquiátrica aguda que sufre.
Los abogados de inmigración apelaron el fallo, y cinco meses después la magistrada confirmó la protección de la deportación porque en su país de origen Morales correría además el riesgo de ser torturado.
Inmigración volvió a apelar, con el argumento de que Morales tiene antecedentes penales en Estados Unidos, incluyendo una condena por posesión de vehículo robado.
Zwick dijo que su cliente sufre de ansiedad y depresión, y no está en condiciones de aguardar un año más recluido, que sería el plazo para que la corte resuelva las apelaciones.
“Con la pandemia, su situación es grave y urgente”, dijo la abogada, quien basa su pedido en el rápido incremento de los casos de coronavirus entre las personas bajo custodia del ICE en centros de detención de todo el país. “De 100 casos a más de 500 en dos semanas; este problema se está extendiendo como un incendio en la pradera”, dijo.
“Morales Torres no debería tener que esperar que la pandemia llegue a Dodge, o peor, a convertirse en uno más de los infectados”, agregó.
En una conferencia telefónica desde la cárcel, difundida por la organización Comunidades Unidas contra las Deportaciones, Morales declaró que “la cosa se está poniendo fea aquí adentro“, en referencia a las condiciones de vida en Dodge.
Dijo que vive en un salón con otras 50 personas, con un solo baño y “donde compartimos todo”.
“No nos dan máscaras y guantes, no hay posibilidades de distancia social. La cárcel no está preparada para enfrentar la pandemia“, señaló.
Según Morales, a las preocupaciones habituales de los reclusos de cuánto tiempo permanecerán en el Centro sin ver a sus familias, “ahora se suma el miedo a la muerte”.