Los nocivos efectos del gas radón en la salud
Se trata de un gas radiactivo de origen natural que suele concentrarse en los interiores de las casas
El gas radón se produce por la desintegración radiactiva natural del uranio, que se encuentra tanto en los suelos como en las rocas, y también puede encontrarse en el agua.
Debido a que no tiene olor, sabor ni color, es difícil de percibir. Esto solo dificulta las acciones para evitar estar expuestos a él y a los padecimientos que puede causar, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
Cómo se concentra el gas radón
Al descomponerse en el suelo, el gas pasa de inmediato al aire. Allí se desintegra, emitiendo partículas radioactivas. Cuando se inhalan, se alojan en las vías respiratorias, afectando esta parte del cuerpo y provocando, con el paso del tiempo, cáncer de pulmón.
Ahora bien, cuando el gas se libera al aire libre, se diluye de forma rápida, generando concentraciones bajas que no representan ningún problema. La cuestión está cuando se concentra en sitios cerrados.
Efectos en la salud
El radón es la segunda causa de cáncer de pulmón, después del tabaco, según la OMS. Los más afectados son aquellos quienes trabajan en minas, debido a que la concentración del gas es mayor.
Sin embargo, la concentración en las casas también puede afectar la salud, sobre todo en espacios muy cerrados como bodegas o sótanos. El riesgo se incrementa en personas consumidoras de tabaco y cigarrillo.
La concentración de este gas en las viviendas dependerá de varios factores: el tipo de suelo donde está ubicada, las vías para la filtración del gas, como grietas y junturas, y la ventilación de la casa.
Cómo reducir los niveles de radón
Para evitar la concentración de este gas en tu hogar, es importante tener en cuenta los siguientes consejos que proporciona la OMS:
- Mejorar la ventilación del forjado; instalar un sistema de extracción de radón en el sótano, el forjado o la solera.
- También es importante mejorar el sistema de ventilación en general; sellar el piso y las paredes para evitar que se filtre desde el sótano.
Teniendo en cuenta estos consejos, es posible reducir los niveles de radón en el aire de los hogares, mejorando así la calidad de vida y la salud, y evitar enfermedades o padecimientos futuros.