Eliminación de la ley 50-a empieza a derribar el muro del secretismo policial en Nueva York
Esta misma semana, el Gobernador Cuomo podría promulgar la legislación aprobada por la Legislatura Estatal, que hace públicos los registros de conducta de los uniformados
La aguja del reloj de las leyes que aumentan la vigilancia en los funcionarios policiales sigue moviéndose velozmente en Nueva York, al ritmo del descontento en masa que despertó la muerte de George Floyd y luego de años de controversias, por casos como el de Eric Garner, quien murió estrangulado en manos de un oficial de la policía de la ciudad de Nueva York.
Con la decisión de la Asamblea y el Senado Estatal de eliminar la sección 50-a de la Ley de Código Civil, que garantiza el secretismo de los registros disciplinarios de los funcionarios policiales, ahora solo falta la firma del gobernador Andrew Cuomo, para sellar una larga batalla de organizaciones civiles que abogan por reformas policiales.
“La Legislatura acaba de votar, para derogar 50-a y la promulgaré esta semana. Las innumerables voces a favor de la reforma se unieron y se escucharon. Ahora, es el momento para un cambio real”, anunció este miércoles el mandatario estatal.
La eliminación de la cuestionada ley, vigente desde hace 44 años, haría que las quejas contra los oficiales, así como las transcripciones y las disposiciones finales de los procedimientos disciplinarios, sean públicos, por primera vez en décadas.
The Legislature just voted to repeal 50-A and I will sign it into law this week.
— Archive: Governor Andrew Cuomo (@NYGovCuomo) June 10, 2020
The countless voices for reform united and were heard.
NOW is the moment for real change.
“Solo es un primer paso”
Para decenas de coaliciones de la Gran Manzana, se trata solo de un paso para vencer lo que califican como el “racismo sistémico” en los cuerpos policiales.
“La lucha por la rendición de cuentas de la Policía en Nueva York, está lejos de terminar. Sabemos que el racismo en el sistema de aplicación de la ley en este estado, no se puede curar fácilmente. Seguiremos resistiendo cualquier violación de los derechos de nuestras comunidades de color,” reaccionó Adilka Pimentel, organizadora principal de Make the Road Nueva York. (MRNY).
Tina Luongo, de Legal Aid Society, argumentó que este avance se sede a la lucha de centenares de personas, que han sufrido los abusos de uniformados por mucho tiempo.
“La luz del sol es el mejor desinfectante, y sabemos que la transparencia es un primer paso crítico para cambiar la forma en que la policía interactúa con las comunidades en Nueva York. Instamos al gobernador Andrew Cuomo a promulgar este proyecto de ley de inmediato”, precisó la activista.
La aprobación de la derogación de la Ley 50-a, en la Legislatura estatal, con mayoría demócrata, 40 votos a 22, implica el punto de partida de una serie de legislaciones estatales y locales, que se desempolvaron tras años de discusión.
Y otras normativas con fuerza de ley, aparecen como reacción a los movimientos que surgieron en todo el país tras la muerte de George Floyd.
La Asamblea y el Senado estatal también aprobaron un proyecto de ley que prohíbe el uso de estrangulamientos, mientras se realizan arrestos, después de dos semanas de protestas contra la brutalidad policial.
“Derribamos el muro del secreto policial”
El senador Jamaal Bailey de El Bronx, patrocinador del proyecto de ley, interpretó que la prueba de un video que permitió ver en vivo el asesinato de George Floyd a manos de policías en Minneapolis, hizo “despertar la conciencia del país”.
Entre tanto, la senadora Julia Salazar, del Distrito 18 de Brooklyn, razonó que el estatuto de secreto policial ha sido una amenaza para la seguridad pública, durante demasiado tiempo.
“Esta derogación es una victoria que los defensores han estado luchando durante años, y es un paso crítico para cambiar significativamente la policía en Nueva York”, dijo la legisladora.
El avance de esta normativa, ha sido parte también parte de la cruzada de Gwen Carr, Valerie Bell y Constance Malcolm, madres cuyos hijos perdieron la vida en manos de oficiales del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD).
“Deberíamos saber de primera mano cuando matan a nuestros seres queridos. Deberíamos saber quién lo hizo, por qué lo hicieron, y conocer todos los detalles. Pero esto está oculto debido a 50-a“, dijo insistentemente en varias audiencias preliminares Gwen Carr, la madre de Eric Garner, quien murió en medio de una detención por un efectivo de NYPD en 2014.
“Estamos derribando el muro del secreto que ha estado protegiendo a los agentes en todo el estado”, dijo Constance Malcolm, madre del difunto Ramarley Graham, que estaba desarmado cuando un oficial de NYPD lo mató a tiros en el baño de su departamento en 2012.
“La violencia aumenta”
Pero en el seno de las instituciones afectadas, ya hay reacciones adversas a la derogación del decreto. El presidente de la Unión de Oficiales de los Correccionales de la Ciudad de Nueva York (NYCCOB), Elias Husamudeen, repudió la decisión, al considerar que revelar información interna, pondría en riesgo la seguridad de los funcionarios y sus familiares.
“Es muy peligroso para nosotros que caminamos en las cárceles diariamente, en medio de delincuentes de todo tipo que nuestra información sea divulgada, más aún en el mundo actual, con la influencia de las redes sociales”, razonó.
Patrick Lynch, presidente de la Asociación de Benevolencia Policial (PBA) elevó su protesta ante lo que considera todo un clima antipolicial en la Gran Manzana, que terminará alejando a los efectivos de las comunidades, afectando la seguridad de los ciudadanos.
“Los asesinatos aumentaron en Nueva York en un 100% en mayo ¿Dónde están los políticos hablando contra esa violencia?”, retó el líder de PBA.
Durante años, la PBA ha sido una de las barreras principales para la probación de esta ley, bajo el argumento que la divulgación de cualquier registro del personal policial, les daría a los delincuentes la posibilidad de atacar a oficiales en sus hogares.
4 claves para entender la nueva ley
- La ley que podría ser firmada esta misma semana, afecta a efectivos policiales, bomberos y guardias de centros de prisión.
- Se define directamente los “registros disciplinarios de aplicación de la ley”, como una categoría de registros públicos que pueden divulgarse bajo la Ley de Libertad de Información de Nueva York (FOLI).
- Se especifica la información personal que se debe mantener en secreto, como los números de seguro social e historia médica, datos domiciliarios, lo que disipa cualquier temor de poner en riesgo las preocupaciones legítimas de privacidad de los oficiales.
- Los únicos registros disciplinarios que se mantendrán en secreto, son violaciones menores de las reglas internas de un departamento, por ejemplo, una violación de las reglas con respecto a los uniformes.