Cuatro razones por las que un segundo cheque de estímulo todavía es posible
Parece que las propuestas para pagos directos están acabadas, pero no del todo; estos datos lo prueban
Con la legislación republicana de estímulo sepultada en el Senado este jueves, las posibilidades de que un nuevo paquete económico sea considerado en el Congreso federal antes de las elecciones de noviembre son mínimas, según expertos.
La propuesta republicana fue descartada por los demócratas, entre otras cosas, porque no proveía fondos para una segunda ronda de cheques y tampoco para los estados.
Sin embargo, a pesar de los retrasos, las múltiples medidas sobre la mesa y el accidentado proceso de negociación, existen al menos cuatro razones que hacen que nuevos pagos a individuos y familias todavía hagan sentido.
Ayuda por desempleo limitada
La principal es que aunque la tasa de desempleo ha bajado, el mercado de trabajo está lejos de estabilizarse.
Las más recientes estadísticas del Departamento del Trabajo reveladas esta semana apuntan a que hasta el 5 de septiembre, 884,000 personas solicitaron por primera vez el seguro de desempleo, el mismo número que la semana anterior. Esto sin contar las casi 839,000 solicitudes de seguro especial por pandemia (PUA) establecida bajo la ley CARES.
Precisamente, este tema podría ser uno de los que lleve a los legisladores a sentarse nuevamente a dialogar para aprobar un nuevo paquete.
La realidad, al momento, es que los estados apenas están comenzando a enviar la ayuda extra de $300 semanales por disposición de la orden ejecutiva de Donald Trump que redirige fondos de FEMA a esos fines. Millones de desempleados estuvieron recibiendo, en virtud de la ley CARES, $600 semanales hasta julio. Pero han tenido que esperar más de un mes para empezar a recibir fondos adicionales que se extenderían solo por algunas semanas o hasta que los fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias se agote.
Mientras este grupo continúa batallando para llegar a fin de mes y cumplir con las obligaciones básicas.
Gastos esenciales
Varias encuestas han confirmado que la mayoría de los beneficiarios del cheque de estímulo usaron el dinero inmediatamente para gastos básicos como comida y pago de renta, entre otros.
Por ejemplo, un sondeo en junio de la Oficina del Censo (Household Pulse Survey) arrojó que un 80 % de los participantes indicaron que usaron la ayuda para comprar alimentos; mientras que un 77.9% desembolsó el dinero para el pago de renta, hipoteca; y otras utilidades, como gas, electricidad, cable, internet y factura de teléfono.
Los resultados de otro estudio divulgado esta semana del Buró de Estadísticas Laborales confirman que un 59% de los estadounidenses utilizó el cheque para cubrir gastos diarios de comida y pagar facturas.
Apoyo de ambos partidos
Otra variable que respalda nuevos cheques de estímulo es que la mayoría de los republicanos y los demócratas apoyan la propuesta.
Una reciente encuesta de Gallup confirmó que siete de cada 10 estadounidenses (un 70 %) favorece que el Gobierno envíe nuevos pagos de impacto económico como los que empezaron a ser distribuidos en abril bajo la ley CARES.
Si se dividen los resultados entre demócratas y republicanos, un 82% de los primeros favorece la distribución de más cheques; mientras que en el caso de los segundos, la cifra es de 64%.
A esto hay que añadir que tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes se han presentado legislaciones que incluyen nuevos pagos; “Heroes Act”, en el caso de los demócratas, y “Heals Act”, por parte de los republicanos.
También el presidente Donald Trump se ha manifestado en favor de nuevos cheques.
Más fáciles de procesar
Otro punto que sostiene la posibilidad de un segundo cheque de estímulo es que en vista del tranque en el Congreso -administrativamente hablando- estos pagos son más fáciles de procesar en comparación con otros bajo programas como el establecido mediante orden ejecutiva por el presidente para pagos por desempleo.
Los cheques son tramitados directamente por el Departamento del Tesoro en coordinación con el Servicio de Rentas Internas (IRS) sin que tengan que intervenir oficinas estatales.
Natalie Foster, copresidenta de Economic Security Project, destacó esta semana los beneficios de los cheques en comparación con otras ayudas.
“Los cheques directos son la manera más efectiva y rápida de brindarle apoyo a las familias estadounidenses”, planteó la experta. “En los pasados seis meses, nosotros recibimos un pago de $1,200 dólares, lo que no es suficiente”, agregó.
A esto hay que sumar que el IRS ya ha identificado las fallas en el proceso de distribución que han retrasado el envío de algunos pagos, por lo que – ante la eventualidad de una segunda ronda- la expectativa es que las agencias tramiten los fondos con menos inconvenientes.