Las peticiones de ayuda al desempleo aumentan, los despidos no cesan
1.5 millones de trabajadores, una vez sumados los contratistas, solicitaron el seguro la semana pasada
Las pérdidas de empleo no cesan. El COVID-19 sigue infectando un mercado laboral lleno de incertidumbres y bajas. En la semana que acabó el 19 de septiembre 870,000 trabajadores solicitaron por primera vez el seguro de desempleo (IU en sus siglas en inglés).
Son 4,000 más que la semana anterior incluso cuando las cifras de estas se revisaron al alza en 6,000 peticiones.
A estas cifras hay que sumarles las que presentaron 630,000 personas que han solicitado también la ayuda al desempleo en esa semana amparándose en el programa especial de cobertura puesto en marcha durante la pandemia (Pandemic Unemployment Assistance, PUA). Este programa está habilitado para los que normalmente no califican para este beneficio. Se trata de los contratistas independientes, los freelancers y quienes trabajan para la llamada gig economy (ocupación por tareas como manejar un carro de Uber).
Estos beneficios de PUA duran 39 semanas pero expiran a finales de año.
Los analistas esperaban unos números menos abultadas pero la evidencia es que se sigue destruyendo empleo cuando ya son seis meses los que el país lleva viviendo con las más graves consecuencias económicas de la pandemia.
Aunque se crea empleo y se recuperan algunos de los trabajos temporalmente cerrados, el efecto del COVID-19 en la economía está lejos de ser estabilizado, el año pasado en la misma semana se registraron 215,000 solicitudes de seguro de desempleo.
Mark Hamrick , economista de Bankrate señala que se han visto incrementos de solicitudes en tres estados que están sufriendo mucho la crisis, California, New York y New Jersey. Para este analista, la situación “rompe el corazón desde una perspectiva amplia y a nivel personal por la cantidad de personas afectadas.
Las cifras del Departamento de Trabajo muestran que el número total de personas con el IU en la semana del 5 de septiembre eran 26,044,952, casi 4 millones menos que la semana anterior pero a mucha distancia de los 1.5 millones en la misma semana del año anterior.
Algunas de las personas que empezaron a cobrar este beneficio al inicio de la pandemia están llegando ya a la extensión especial pero hace muchas semanas que no cobran los $600 semanales que hizo llegar a los desempleados la legislación de ayuda a la economía, CARES Act porque se ha vencido el plazo de vigencia de la ayuda.
Los $300 que algunos estados están pagando a sus desempleados amparándose en la orden del presidente, Donald Trump, con cargo a fondos de FEMA, tienen una vigencia de apenas semanas.
En el Senado, y tal y como lamenta Hamrick, no hay señales de que se vaya a llegar a una legislación de ayuda “pese a la situación complicada financiera de millones de estadounidenses”. La Cámara de Representantes, con mayoría demócrata, aprobó en mayo un paquete de ayudas, la mayoría republicana en el Senado no ha llegado a un acuerdo sobre ella y se limitó a presentar una legislación mínima que no tuvo salida por insuficiente.