El COVID-19 mantiene la presión en las finanzas de la comunidad latina
Más de la mitad de los hogares latinos sufre el desempleo o una rebaja de salario
Pasados los primeros meses de fuerte desempleo y gracias a los programas de ayudas fiscales, ha habido una relativa mejora económica pero muchos ciudadanos viven aún con mucha presión financiera derivada de la pandemia. Y entre ellos nadie con más dificultades que la comunidad latina. Las dificultades no remiten en estos hogares según revelan las últimas estadísticas del Pew Research Center.
Desde la irrupción del COVID-19 la mayor incidencia de la enfermedad, la falta de empleo y de ayudas a buena parte de los latinos han dejado a estos en una situación de extrema vulnerabilidad. Aunque la situación es mala para todos, el 53% de los latinos dicen que ellos o alguien en su hogar han sido despedidos o tenido que aceptar un salario menor por motivo de la crisis creada por el coronavirus.
En agosto, y según los datos oficiales, el desempleo afecta a uno de cada 10 latinos. Estos datos se dejan fuera a los desempleados en la sombra, jornaleros y empleadas domésticas principalmente.
Esta situación laboral afecta a otras familias pero en un menor porcentaje. Entre las blancas y negras el 38% y el 43% respectivamente se encuentra en esta situación. Los asiáticos están en una situación casi tan comprometida con el 47% padeciendo esa situación de incertidumbre.
Y eso abona las dificultades que estos tienen para pagar las facturas. Una de cada cuatro personas en general tiene problemas con estos pagos. Es una estadística muy elevada que lo es más en el caso de latinos: el 37% no llega a pagar lo que debe de forma regular por los servicios. En el caso de la renta o la hipoteca, el 26% tiene problemas con ello de la misma manera que casi uno de cada cinco tiene esas dificultades con las facturas médicas.
En todas estas situaciones, cuando se trata de firmar un cheque para pagar la renta o juntar los dólares para asegurar el pago de la luz, los latinos tienen una situación similar a los de la comunidad negra.
En semejante situación el 43% de los latinos ha tenido que recurrir a los ahorros para llegar a cubrir sus gastos. Más que en los hogares de otras razas o etnias. Y cuando lo ahorrado no ha sido suficiente el 27% ha tenido que llamar a la puerta de familia o amigos. Es algo que otras comunidades han tenido en porcentajes de dos dígitos pero más bajos.
Cuatro de cada 10 latinos han tenido que depender de programas de asistencia públicos y de organizaciones comunitarias o sin ánimo de lucro.