Cuánto saldrían los alimentos si se considerara el impacto ambiental de su producción

El precio de los alimentos es el resultado de las sumas necesarias para que el producto sea rentable para todos los sectores que están detrás de su desarrollo. Comúnmente, decimos que hay rentabilidad si la ganancia es mayor que la inversión realizada originalmente.

Una investigación realizada en Alemania y reseñada en Bioguía menciona que dichos precios podrán ser mayores si a la ecuación se agregase el impacto ecológico de la producción del producto o, puesto de otro modo, los costos ambientales.

¿Qué tan grande es la diferencia de precios?

Según investigadores de la Universidad de Ausburgo y la Universidad de Greiswald, el verdadero precio de los alimentos se encuentra oculto en la medida de que el precio real estaría determinado por los costos sociales y ambientales involucrados en la elaboración de cada producto.

Armelie Michalke, coautora del estudio, señaló que ella y sus colegas observaron cuatro indicadores: cambio de uso de la tierra, emisiones de gases de efecto invernadero, nitrógeno reactivo y demanda de energía para la producción.

Los investigadores confirmaron que la mayor diferencia observada fue entre los productos de origen animal y los de origen vegetal, y esto se debe a que las cadenas de valor de los productos de origen animal son más largas y complicadas.

Otro factor importante es que los alimentos cárnicos tiene un precio más alto que los orgánicos no solamente en Alemania, sino en otros países del mundo, por lo que en ellos se percibiría con mayor facilidad dicha diferencia de precios.

¿Cuál es la idea detrás del experimento?

Según Michalke, la idea detrás de experimento es visibilizar que los productos orgánicos son más baratos que los cárnicos a largo plazo para la agricultura convencional, esto a modo de incentivar a los agricultores a cambiar o mejorar sus prácticas agrícolas.

Ella ha indicado también que el estudio no fue realizado para que los comerciantes aumentaran el costo de los productos para venderlos a su precio real, sino para que los clientes tuviesen idea de dónde provienen lo que ellos comen y, a fin de cuentas, sensibilizarlos.

Ella también ha precisado que los alimentos en Alemania son menos costosos que en otros países europeos, lo que se debería en parte a que los precios en Alemania no visibilizan todos los costos involucrados en la producción de los alimentos.

Por ende, incluir en el precio el costo ambiental que acarrea la producción de un bien puede ayudar a quienes se involucran en la cadena de valor detrás del bien, pero también a resarcir el desgaste ambiental al cual el entorno puede ser susceptible.

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