¿No puedes dejar de comer alimentos poco saludables? Un nuevo estudio explica las razones

Perder peso e iniciar una dieta no siempre es fácil, la realidad es que existen muchos aspectos que intervienen. En principio es importante seleccionar la pauta alimenticia que sea adecuada para cada estilo de vida, en segundo lugar y probablemente una de las cuestiones más fundamentales, para lograr buenos resultados es la fuerza de voluntad. 

Lo cierto es que para muchas personas resulta complicado controlar la tentación de comer alimentos poco saludables o comida chatarra. Un nuevo estudio proporciona un nuevo e interesante contexto acerca de este tema, especialmente en después de años de comer este tipo de alimentos nocivos para la salud. La realidad es que en está época no hay muchos alimentos que se escapen de contener un alto contenido en grasas y calorías, después de todo los pasillos de los supermercados y los menús de la mayoría de los restaurantes están saturados de este tipo de opciones. Recientemente se ha comprobado que inclusive aquellas personas que tienen acceso a opciones de alimentos nutritivos, pueden presentar dificultades para consumirlos con regularidad.

Con base en lo anterior un nuevo estudio sugiere que este desafío puede atribuirse a la forma en la cual responde el cerebro ante ciertos alimentos. Dicho trabajo de investigación fue publicado en la revista Nature y exploró cómo una dieta alta en grasas afecta el cerebro, y como consecuencia también altera el deseo por comer alimentos saludables. Los investigadores centraron el estudio en ratones, por lo tanto le dieron a un grupo una dieta alta en grasas (HFD) y a otro grupo una dieta estándar (SD). Al cabo de unas semanas de manera general, se puede decir que los ratones dejaron de comer el modelo de dieta SD, después de que se les ofreció la dieta rica en grasas y cuando está última se les quitó, los ratones extrañamente comieron muy poco de la dieta normal. Como resultado, los ratones perdieron peso.

Como parte importante y complementaria de dicho estudio, los científicos también registraron la actividad de las neuronas AgRP, que es un grupo de neuronas que controlan el equilibrio energético y se activan cuando se siente hambre. De igual manera fueron monitoreasas las neuronas de la dopamina, el neurotransmisor responsable de nuestro estado de animo y de hacernos sentir bien. ¿Qué encontraron? Después de que los ratones comían una dieta rica en grasas, experimentaron una reducción en las respuestas de ambos grupos de neuronas cuando se expusieron al SD. Tanto es así que las neuronas solo respondieron con fuerza cuando se les ofreció el HFD. En otras palabras, los ratones encontraron que la dieta estándar era menos saciante y menos gratificante que la comida que tenía más calorías y grasas.

Sin lugar a dudas esto explica más allá de los simples antojos, la razón por la cual en muchas ocasiones es difícil dejar de comer comida chatarra. A la vez otra de las conclusiones más interesantes de dicho estudio, es que los ratones experimentaron abstinencia a las comidas grasosas, lo cual interpretaron como un hábito alimenticio que a largo plazo hace que los alimentos calóricos se vuelvan irresistibles para el cerebro, ya que los procesa como más gratificantes y valiosos. Lo más interesante es que resultan muy atractivos, inclusive cuando no tenemos hambre.

Podemos concluir que el cerebro tiene memoria, de tal manera que un consumo recurrente de comidas rápidas y procesadas, crea un hábito/costumbre en el organismo que daña no sólo la salud y el funcionamiento óptimo de los órganos, altera la química cerebral y las hormonas encargadas de regular el apetito, el hambre e inclusive el estado de ánimo.