Conoce los soprendentes efectos secundarios del café en el sistema inmunológico, según la ciencia
Un exceso de cafeína en el organismo se relaciona con algunos efectos secundarios que pueden deteriorar el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Recuerda que el café es una bebida muy saludable siempre con cautela
A estas alturas ya estamos mucho más familiarizados con los excepcionales beneficios del café. Sabemos que una simple taza al día es un poderoso antioxidante que puede reducir el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas, mejorar la salud cognitiva y ayudarnos en la pérdida de peso. Todo esto acompañado de una buena dosis de energía estimulante, que tanta falta nos hace en las mañanas. Sin embargo pocas veces se habla sobre los efectos secundarios del café en el sistema inmunológico, hoy sabemos que el impacto que tiene una de las bebidas más populares en el mundo depende en gran medida de la naturaleza del hábito de consumo de cada persona. Lo cierto es que beber cualquier cosa con cafeína en exceso, incluido el café, puede causar algunos efectos muy desagradables, como ansiedad, fatiga y trastornos del sueño.
En los últimos meses mucho se ha dicho sobre la importancia de evitar beber café en exceso. Según la FDA, un máximo de cuatro tazas por día es generalmente una cantidad segura para beber y así obtener sus bondades evitando cualquier riesgo. Sin embargo como en prácticamente todo, excederse abre la puerta a una larga lista de complicaciones. Estos son los principales efectos secundarios a largo plazo relacionados con un alto consumo de café ¡No todos son malos!
1. Posibles alteraciones en presión arterial
Se cuenta con información revelada por Clínica Mayo en la cual se sugiere que el café puede elevar la presión arterial, lo cual suele relacionarse en gran medida con su contenido en cafeína. Sin lugar a dudas son malas noticias ya que la hipertensión no solo se asocia con problemas en la salud cardiovascular, es causa directa de un sistema inmunológico más débil. El lado positivo de esto es que los expertos han demostrado que se trata de un aumento de la presión arterial temporal, de tal modo que no resultará problemático al menos que estés consumiendo café en exceso con regularidad o en los casos específicos de personas con hipertensión previa o que son propensos a alteraciones en la presión arterial.
2. Puede afectar la calidad del sueño
No es ningún secreto que la cafeína puede sabotear el sueño y la calidad del mismo, especialmente cuando se consume en la tarde o noche. Lo cierto es que no todas las personas presentan la misma tolerancia ante la cafeína y consumirla en exceso nunca será recomendable, la falta de sueño hace que el cuerpo entre en un estado de estrés crónico lo cual impacta negativamente las funciones inmunes. Más específicamente, los investigadores han determinado que no dormir lo suficiente constantemente aumenta el riesgo de inmunodeficiencia y, por lo tanto, nos hace más susceptibles a ciertas infecciones y enfermedades. También según información liberada por Clínica Mayo, la falta de sueño puede afectar la rapidez con la que nos recuperamos de una enfermedad, esto se debe a que el sistema inmunológico libera citocinas, un tipo de proteína esencial para combatir la inflamación y la infección, mientras dormimos. Lo bueno es que la solución es demasiado sencilla, reduce el consumo de cafeína y evítala consumirla al menos seis horas antes de dormir.
3. Puede disminuir la capacidad del cuerpo para combatir infecciones
Estamos acostumbrados a relacionar a la cafeína como uno de los más poderosos estimulantes naturales que existen, sin embargo es una sustancia potente que tiene otros efectos en el estado de salud general. Probablemente no lo sabías pero la cafeína aumenta la secreción de cortisol. Es bien sabido que el cortisol es conocido como la hormona del estrés y en dosis normales en realidad puede ayudar a mantener a raya la inflamación. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que cuando hay demasiada cantidad de cafeína el cuerpo responde aumentando la producción de sustancias inflamatorias que afectan la respuesta inmunitaria. De hecho se cuenta con un pequeño estudio en el cual se determinó que beber café en exceso puede obstaculizar la capacidad del sistema inmunológico para defenderse de las infecciones. Si bien existen muchas teorías al respecto, los investigadores encontraron que el café restringe la capacidad de los glóbulos rojos para dividirse, lo cual es esencial para reaccionar ante posibles patógenos.
4. Mayor consumo de antioxidantes
También existen efectos secundarios realmente buenos y uno de ellos es que el café es uno de los más poderosos antioxidantes de la naturaleza. Así que nuestra amada bebida matutina es una gran forma de iniciar el día consumiendo muchos antioxidantes que benefician la salud a todo nivel, tal es el caso del ácido fenólico. Está sustancia se asocia con grandes propiedades para reducir los altos niveles de colesterol en la sangre. También se cuenta con un estudio de 2017 en el cual se sugiere que beber café con cautela es un buen hábito para mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico, gracias a sus excepcionales antioxidantes. Sin embargo, hay una advertencia: estos beneficios solo se observaron cuando se consumieron dos tazas sin la adición de leche o azúcar. Entonces, tu mejor opción es beberlo negro. Esto es lo que le sucede a su cuerpo cuando bebe café negro.
5. Puede disminuir la inflamación en el cuerpo
Algunos estudios han sugerido que el café (en dosis moderadas) puede tener un efecto antiinflamatorio. De hecho se cuenta con investigaciones en las que se ha demostrado que los bebedores de café tienden a tener niveles más bajos de marcadores inflamatorios. La recomendación como es todo se encuentra en la cantidad de consumo, de hecho según un trabajo de investigación el café puede tener el efecto contrario en ciertas personas, promoviendo la inflamación. Sabemos que es información algo confusa, lo cierto es que los investigadores concluyeron que si el café tiene un efecto inflamatorio o antiinflamatorio puede depender de la genética del individuo. Es fácil detectarlo, simplemente observa si al consumir café negro (sin lácteos ni azúcares) se presenta un incremento en la inflamación.
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