Por qué las fresas son la colación perfecta para adelgazar y desintoxicar el organismo

Las fresas son una de las frutas más tentadoras y adelgazantes. Son muy ligeras, bajas en calorías, brillan por su riqueza en minerales, vitaminas, antioxidantes y fibra que ayudan a depurar y tonificar el organismo

Fresas

Crédito: Imagen de suju-foto en Pixabay | Pixabay

¿Existe una fruta más atractiva y deliciosa que las fresas? No solo son vibrantes, coloridas y jugosas, las fresas están repletas de vitaminas, minerales y antioxidantes. Su consumo se relaciona con numerosos beneficios para la salud, entre los que llaman la atención sus propiedades para acelerar la pérdida de peso. Las cuales se relacionan directamente con su inmenso potencial nutricional, sus bondades antiinflamatorias, su rico contenido en fibra y su capacidad para suprimir el apetito. 

Las fresas son el fruto del fresal, una planta de la familia de las rosáceas. Su nombre botánico Fragaria vesca, deriva del latín fragans, que significa “olorosa” y de hecho hace referencia a una de sus más representativas características: la fragancia que puede percibirse incluso a distancia. Lo cierto es que las fresas son una magnífica adición dietética que no solo alegran la vista y el paladar, son un tesoro que alberga numerosas bondades curativas. Para entender su inmenso potencial adelgazante es indispensable hablar sobre su única composición: una de sus principales cualidades se relaciona con su  su alto contenido en agua, aproximadamente un 91% de agua en peso, gracias a ello brillan por su bajo contenido calórico. Además en tan solo una taza de fresas (150 gramos) obtendremos menos de 50 calorías y 3 maravillosos gramos de fibra.

Además las fresas son portadoras de una notable riqueza mineral, llama la atención saber que son la fruta más rica en hierro y magnesio. También aportan buenas cantidades de potasio, calcio, fósforo, manganeso, cobre y silicio, por lo que es un alimento muy indicado en curas de remineralización y en el tratamiento de déficits nutricionales. De hecho hace muchos años es uno de los alimentos más recomendados para mejorar condiciones como la anemia. Por si fuera poco las fresas son una de las mejores fuentes de vitamina C, K y ácido fólico, para mayor contexto: 200 gramos cubren más del  200% de las necesidades diarias de vitamina C, una tercera parte de la vitamina K, la sexta parte del ácido fólico y cantidades notables de vitaminas del grupo B ¡Mejor imposible! 

¿Cuáles son los beneficios de las fresas en la pérdida de peso?

Las fresas son particularmente ricas en fibra soluble, se trata de un tipo de fibra que absorbe agua y forma una consistencia similar a un gel que ejerce grandes beneficios en el sistema digestivo. Los estudios demuestran que la fibra soluble puede ralentizar la velocidad de vaciado del estómago y aumentar la sensación de saciedad para ayudar a regular el apetito. También se cuenta con estudios en los que se sugiere que consumir una mayor cantidad de fruta al día, es un hábito que se asocia con un menor riesgo de aumento de peso con el tiempo. 

Otra ventaja de su maravilloso contenido en fibra es su efecto sobre los azúcares naturales, hace que se digieran y absorban en el torrente sanguíneo más lentamente. Por lo tanto, los azúcares que se encuentran en las fresas son completamente diferentes a los que se encuentran en alimentos procesados azucarados como los refrescos, caramelos y dulces. Complementario a su valioso contenido en agua, minerales y fibra, se suman sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Las cuales hacen de las fresas el aliado perfecto para combatir a los radicales libres que en muchas ocasiones se asocian con la obesidad y también les confieren magníficas bondades depurativas, por lo tanto las fresas son perfectas para eliminar todo lo que el organismo no necesita. Son altamente desintoxicantes y ayudan a eliminar líquidos, toxinas, grasas y sales retenidas.  

Se cuenta con un estudio reciente que ha revelado que el consumo de fresas promueve la producción de dos hormonas: la adiponectina y la leptina, ambas juegan un papel importante para acelerar la quema de grasa y ayudan a mejorar el metabolismo. Estas hormonas son secretadas de forma natural por el tejido adiposo, por lo tanto comer fresas ayuda a su aparición y a luchar contra la obesidad.

Lo mejor de todo es que existen muchas formas fáciles y deliciosas de incorporar a las fresas en la dieta diaria. De hecho diversos expertos nutricionistas las consideran como una de las mejores colaciones para bajar de peso: son bajas en calorías, cargadas en nutrientes y satisfacen fácilmente cualquier antojo por alimentos dulces. Todo esto mientras aumentamos el consumo de fibra, aceleramos el metabolismo y desintoxicamos el organismo. Apuesta por consumirlas con yogurt y cereales integrales, en jugos, licuados, en ensaladas y ceviches ¡Son simplemente la adición adelgazante perfecta! 

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