Entrenadora pensó que su tos era COVID, pero sufre un cáncer de pulmón que se extendió a su cerebro
Jenny Weller, una entrenadora personal que llevaba una vida saludable, desarrolló un agresivo cáncer de pulmón y cinco tumores malignos en su cerebro
jenny weller Crédito: Facebook | Cortesía
En sus 36 años de vida, Jenny Weller nunca ha bebido alcohol ni ha fumado, pero la entrenadora personal desarrolló un cáncer de pulmón tan agresivo que se extendió a su cerebro y que descubrió cuando comenzó a sufrir accesos de tos. Al principio pensó que se había contagiado de COVID, pero los médicos encontraron ocho tumores malignos en su cuerpo, cinco de ellos en su cerebro.
Weller sabe que le quedan aproximadamente 18 meses de vida, así que ha decidido dedicarse a recaudar fondos para la investigación del tipo de cáncer que padece, un linfoma quinasa anaplásico causado por una mutación del ADN de sus células pulmonares que crean células cancerosas que se han extendido en su cuerpo.
Recientemente la ciencia está haciendo acercamientos para entender porqué los no fumadores contraen cáncer de pulmón, pero queda un largo trecho por recorrer. “Nadie quiere escuchar que no les queda para siempre para vivir. Pero, al mismo tiempo, estoy feliz con mi suerte, he logrado muchas de las cosas que quería hacer“, declaró Weller a Yahoo.
La joven inglesa narró que sus síntomas comenzaron a finales de 2019 con una tos seca e irritante que aparecía principalmente cuando se esforzaba, pero fue hasta marzo de 2020, en coincidencia con la declaración de pandemia de COVID-19 en el mundo, que desarrolló síntomas más severos como dolor de cabeza, pérdida de peso y debilidad excesiva. Era agosto y entonces apareció un bulto en su cuello.
Al someterse a exhaustivas revisiones médicas, los especialistas encontraron un tumor de 35 milímetros en uno de sus pulmones, uno en los ganglios linfáticos, uno en la pelvis y cinco más en su cerebro, uno de ellos del tamaño de una pelota de golf.
Fue en febrero de este año que recibió un diagnóstico de cáncer terminal, a pesar de haberse sometido a una cirugía invasiva para extraer el tumor más grande de su cerebro y a un tratamiento de radioterapia. Ahora se ha convertido en embajadora de organizaciones benéficas inglesas dedicadas a la investigación del tipo de cáncer que padece y ha comenzado su propia iniciativa #wellerfest para organizar eventos deportivos de recaudación de fondos.
La intención de Weller es reunir al menos $40,000 dólares (30,000 libras esterlinas) antes de morir a través de actividades deportivas extremas como un baño salvaje, una escalada de montaña y un paseo en tirolesa. “Estoy tratando de no concentrarme en lo que dejo atrás, sino en hacer lo que puedo mientras todavía estoy aquí”, apuntó.
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