Padrastro al que dos hermanos mataron a golpes en Texas habría violado a su hija por dos años
Los hermanos Alejandro y Christian Treviño, con ayuda de un amigo, identificado como Juan Eduardo Meléndez, golpearon hasta la muerte a su padrastro Gabriel Quintanilla y fueron acusados por los hechos; pero contra el asesinado pesaba una orden de arresto desde el 2019 por abusar de su hija de 9 años, entre 2014 y 2016
Gabriel Quintanilla, el padrastro a quien dos hermanos hispanos mataron a golpes por supuestamente violar en repetidas ocasiones a su hija de 9 años, habría agredido a la pequeña por un periodo de al menos dos años.
El jefe de la policía de Pharr, Andy Harvey, indicó este martes en una conferencia de prensa que contra Quintanilla pesaba una orden de arresto del 2019 por abusos sexuales a la menor.
Según las alegaciones que maneja la Policía, la menor fue víctima de agresiones entre 2014 y 2016.
Las autoridades se encontraban tras la pista del hispano luego de que la propia niña lo denunciara. Sin embargo, no habían podido dar con su paradero.
Los acusados, Alejandro y Christian Treviño, así como un amigo de ambos, identificado como Juan Eduardo Meléndez tienen 18 años. Tanto Christian como Meléndez enfrentan cargos de asesinato capital (elegible a la pena de muerte), agresión agravada y actividad criminal organizada.
Mientras que Alejandro fue acusado de agresión agravada y actividad criminal organizada, más no del cargo de asesinato al que aplicaría la pena de muerte. Esto se debe a que los otros dos acusados fueron los que, alegadamente, le dieron los golpes que acabaron con la vida del padrastro.
“El estaba esquivo, obviamente se estaba escondiendo de nosotros”, indicó Harvey sobre los esfuerzos de búsqueda para arrestar a Quintanilla.
“Los detectives salieron a buscar a Quintanilla en ese momento (2019), pero no pudieron encontrarlo”, agregó el portavoz policial. “Ellos buscaron en la última residencia conocida, ellos fueron a la residencia de su madre en múltiples ocasiones”, detalló.
Según las autoridades, incluso visitaron la vivienda de la madre del sospechoso, sin éxito.
La controversia familiar inició cuando los hermanos fueron a buscar a un parque de casas móviles al hombre tras enterarse que había abusado de la pequeña.
Las partes se enfrascaron en una primera pelea, pero Quintanilla escapó corriendo. Al menos, en dos ocasiones más el trío la emprendió contra el presunto pervertido hasta que lo dejaron convaleciente.
Luego de ser agredido por tercera ocasión, lo coloraron en la parte trasera de una camioneta F-151, y, moribundo, lo lanzaron a un campo en McAllen. Las autoridades creen que la víctima aún estaba vivo cuando fue abandonado.
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