Primer interno fallecido en Rikers Island este año reactiva movilizaciones por cambios en el sistema penal de NY

Luego de apenas unas horas que se confirmó la primera muerte de un interno en este 2022, en la cárcel de Rikers Island, ya a las puertas de la cárcel más grande de Nueva York, en Queens, centenares de activistas y familiares de internos se encontraban presionando por cambios “urgentes” en el sistema penitenciario.

Este lunes, portavoces del caucus de Abogados Negros para la Asistencia Legal (BALA) y una docena de organizaciones que defienden los derechos de la población encarcelada, clamaron nuevamente por “cambios estructurales” que frenen lo que definen como una “crisis humanitaria y racista” en el sistema penal de Nueva York.

La protesta coincidió con el último día del Mes de la Historia Negra. Y justamente por ello, ratificaron una secuencia de peticiones que se han mantenido en las voces de los activistas por décadas: excarcelación masiva para reducir el hacinamiento carcelario, cierre inmediato de Rikers Island, fin del confinamiento solitario y programas educativos y de salud.

“90% de quienes están privados de libertad en Rikers, viviendo las peores condiciones de inseguridad son personas de color. Y eso no es casualidad. ¿Cuántas vidas más tenemos que perder para que haya un giro en esta historia de injusticia y discriminación?”, reaccionó Olayemi Tolulope organizadora de la Sociedad de Ayuda Legal de NY (Legal Aid).

DOC investiga

El pasado domingo se ratificó oficialmente, la primera muerte de este año de un reo bajo custodia del Departamento de Correcciones de la ciudad de Nueva York (DOC), un hecho que se une a la lista de 16 internos fallecidos en diferentes circunstancias el año pasado, lo cual significa la cifra más alta desde el 2013.

Se trató de Tarz Youngblood, de 38 años, quien fue encontrado inconsciente en su celda en el Centro George R. Vierno en Rikers Island.

La causa de la muerte sigue bajo investigación.

Youngblood fue arrestado por el supuesto delito de acoso en mayo pasado y había estado encarcelado en Rikers Island desde el 5 de septiembre, según muestran los registros del DOC.

“Trabajaremos agresivamente para determinar las circunstancias que rodearon la muerte de este interno. Mi más sentido pésame para sus seres queridos”, expresó en un comunicado el comisionado de DOC, Louis Molina.

Se reactivarán las protestas

Las protestas en los alrededores del centro carcelario se encendieron una vez más, luego que el último trimestre de 2021 estuvo marcado por varias movilizaciones, ante las crecientes denuncias sobre la escasez de servicios médicos y sociales, sobrepoblación en algunas unidades de reclusión y una oleada de violencia. Todo detonado por la pandemia del coronavirus.

“Un muerto más como resultado de las condiciones inhumanas allí, pero a esto se suma los traumas físicos, mentales y emocionales sufridos por los detenidos que tuvieron la suerte de sobrevivir a su estadía. La prisión preventiva no debe ser una sentencia de muerte. Deben liberar a los detenidos y cerrar Rikers ahora. No vamos a descansar en esta solicitud”, dijo Julia Jenkins, representante de BALA.

La acción en las puertas de esta cárcel neoyorquina, se produjo también en reacción a la preocupación que produce en las organizaciones que empujan por una reforma a la justicia penal,  cuando el alcalde Eric Adams ha pedido a la Asamblea Estatal que promulguen una disposición de “peligrosidad” en la controvertida Reforma de Ley de Fianzas que entró en vigencia en 2020.

“En pocas palabras, es una solicitud para empoderar aún más a los jueces para continuar con sus prácticas injustas y tendenciosas, que condenan aún más a las comunidades de color en el sistema penal”, criticó Jenkins.

Por su parte, Tina Luongo abogada de la práctica de Defensa criminal de Legal Aid, ratificó que esta organización todos los días es testigo del “severo abuso” que enfrentan las personas tras las rejas.

“Es conocido que la aplastante mayoría de los internos son personas negras e hispanas. Nos solidarizamos hoy con miles de familias y los defensores en este último día en que se conmemora la historia negra. Nos hacemos eco de esta demanda: ¡Excarcelación inmediata!”, clamó Luongo.

“Mi sobrino también murió en Rikers”

El pasado mes septiembre el sobrino de la puertorriqueña Sonia Khadu, residente de Brooklyn, también expiró en una celda en Rikers Island. 

“Era un joven de apenas 24 años, que esperó dos años por una sentencia que nunca llegó. Yo estoy aquí hoy porque me uno al dolor de esas familias, que tienen que transitar por el hecho inhumano de que algún pariente caiga en una cárcel, en donde no hay ni siquiera servicios médicos. Los tratan como basura”, contó.

Sonia se refiere a otro caso que movilizó el año pasado a los activistas: El joven de Stephan Khadu, murió el pasado 22 de septiembre después de ser retenido en el Centro Vernon C. Bain de Rikers, luego de sufrir un problema médico. Las razones de este deceso todavía se investigan.